Las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana comenzaron este lunes en la región de Gómel, Bielorrusia, informaron medios de comunicación.
Cuando se inicia el quinto día de la invasión de Rusia sobre Ucrania, la atención en estos momentos se centra en la frontera con Bielorrusia, donde comenzó el esperado encuentro que dará inicio a una ronda de negociaciones para intentar terminar con el conflicto bélico.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky aceptó iniciar el diálogo, aunque en principio había rechazado hacerlo en el territorio que comanda Aleksandr Lukashenko por considerarlo cómplice de la agresión rusa. La reunión tendrá lugar en el puesto de control Alexandrovka-Vilcha, en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. Horas antes, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó que las fuerzas de disuasión nucleares de Rusia sean puestas en alerta.
Familias ucranianas aterrorizadas se apiñaban en refugios, sótanos o pasillos, esperando averiguar cómo continuaron las negociaciones.
El ministro de Exteriores bielorruso, Vladímir Makéi, manifestó su esperanza de que Rusia y Ucrania puedan encontrar —durante las negociaciones bilaterales que acaban de comenzar en la región bielorrusa de Gómel— una solución a todas las cuestiones que forman parte de la actual crisis entre ambos países.
El número exacto de muertos no está claro, pero el jefe de derechos humanos de la ONU dijo que 102 civiles murieron y cientos resultaron heridos, advirtiendo que la cifra probablemente era una gran subestimación, y el presidente de Ucrania dijo que al menos 16 niños estaban entre los muertos.
Mientras tanto, se calcula en medio millón la cifra del contingente ucraniano que optó por emigrar.
Mientras tanto, la Unión Europea anunció un proyecto para cerrarle el espacio aéreo en todo su territorio -medida que ya tomaron varios de los países que la conforman- y anunció financiamiento militar para las tropas de Ucrania. En otro paso en la estrategia en las Naciones Unidas, el gobierno ucraniano confirmó este domingo que denunció a Rusia ante la Corte Penal Internacional de La Haya.