Tras las declaraciones del actual Ministro de Relaciones Internacionales, Felipe Solá, declaró: “No se debe plantear que el problema de las violaciones a los derechos humanos cometidas diariamente en Venezuela es “tóxico”, ni que está desapareciendo, como se hizo desde Cancillería”.
“Nunca podríamos ser Venezuela porque somos Argentina y tenemos particularidades propias. En muchos aspectos nuestra tragedia ya está consumada. Estamos en default con 5% de inflación mensual, con una situación de pérdida de trabajo enorme, con una pandemia totalmente descontrolada, sin vacunas, con una Vicepresidenta que manda en lugar del Presidente, y una búsqueda de tomar control del poder judicial. Somos una nación frustrada”. Así expresó el diplomático su preocupación con respecto a la situación actual del país.