El padre Guillermo Robles, que sufrió la interrupción de una misa el sábado por parte de la Policía, subrayó que "no dudo de la buena intención de los policías, porque fueron muy corteses. De hecho, se pudo completar la celebración".
Por otra parte, expresó que "no sé si había 120 personas, pero traté de explicar que había capacidad para eso", y detalló que "había invitado a los chicos que tomaron su comunión, que la venían esperando desde el año pasado. Ni siquiera eran de mi Parroquia".