Sebastián Maril, analista internacional, empezó cuestionándose cuánto más barato hubiese sido comprar las vacunas antes y advirtió que "o cerrás los vuelos para que nadie viaje y cuidás reservas, o permitís que la gente gaste y le sacás un problema al Gobierno, porque tenés a cerca de 210 mil argentinos vacunándose por mes en Estados Unidos".
Además, sentenció que "nosotros jugamos con las vacunas, por eso nos estamos yendo a vacunar a Estados Unidos".
Por otra parte, expresó su frustración porque "en la Argentina estamos asombrados porque otros países hacen sus deberes bien: compran sus vacunas con tiempo. Y no hablo de Estados Unidos, sino de El Salvador", y continuó: "No importa el color de la presidencia. La vacuna debería ser algo para la salud de la población, no político".