Quiso, intentó, fue por adentro, por afuera, de media distancia y de pelota parada. Sin embargo, no pudo ser, la pelota no entró y Boca empató como local ante Libertad por 0 a 0. El Xeneize mereció más pero no dejo de hacer un partido flojo en líneas generales.
El conjunto de Miguel Ángel Russo tomó la iniciativa desde el minuto uno, con juego asociado y los laterales sueltos, buscó doblegar por los costados explotando la velocidad de Salvio y usando a Tevez como eje de conexión. El primer tiempo dejó para el compacto, no menos de cuatro chances claras de gol con diferentes jugadores llegando a posición de definición. Malas decisiones, definiciones y muy buenas respuestas de Silva, mantuvieron la paridad.
Ya en el complemento, la historia fue otra, pero el resultado el mismo. Boca bajó considerablemente su nivel futbolístico y le costó llegar con profundidad. Se notó un equipo sin ideas concretas, atolondrado por momentos y predecible en los metros finales. El único que intentó algo diferente, fue Toto, que no pudo continuar lo sucedido las semanas pasadas, esta vez no mojó.
Russo quiso torcer el destino, con más ganas que otra cosa, tiró a la cancha a Cardona y hubo minutos para Mauro Zárate, pero nada cambió. El Gumarelo, por su parte, sabía que el punto en Argentina era más que un negocio luego de dos derrotas y la salida de Ramón. A diferencia del partido de hace 15 días en Asunción, se vio un conjunto Paraguayo mucho más ordenado defensivamente con un experimentado Paulo da Silva cantando las órdenes del bloque guaraní.
Párrafo aparte para la gran figura del partido: Martín Silva. El arquero de Libertad fue el candado definitivo al resultado. Tuvo una noche maravillosa, sacó todo lo que le tiraron por arriba, por abajo y siempre con mucha tranquilidad. Gran artífice del punto obtenido en Buenos Aires.
Los minutos corrieron y Tobar terminó marcando el final de un partido que vuelve a preocupar a al cuerpo técnico. Es que claro, ante un rival menor, de local y luego de haberlo vencido hace poco, la lógica indicaba que el Xeneize debía quedarse con los tres puntos.
Es verdad, al equpo de la Ribera le alcanzó el punto para asegurar su clasificación a Octavos y salvo que se de una catástrofe en la última fecha, será primero. El objetivo está cumplido, el equipo volvió después de mucho tiempo, ganó 2, empató 1 y no recibió goles. Pero tampoco brilla, tampoco le sobra nada y en momentos como hoy, parece faltarle. Falta un Villa que saque un desborde de la galera, un Benedetto que invente una definición exitosa y hasta un Wanchope, que las que tiene, las manda a guardar. Boca parece extrañar algo de un pasado no muy lejano y deberá trabajar para olvidarlo rápido.
