Las últimas horas sacudieron el mundo River, Fiorentina aceleró la marcha, mejoró las ofertas y se quedó con el zaguero de 24 años. El Chino, que ya se encuentra en el predio de AFA para integrar el plantel de la Selección, fue despedido en las redes del club de Núñez y presentado en las del equipo Italiano.
Martínez Quarta es mucho más que un muy buen defensor para el Millonario, es nacido en el club, hincha fanático y participe de una de las épocas más gloriosas de la historia. Los hinchas iniciaron en las redes un hashtag para despedirlo y aparecieron muchos mensaje emotivos. Como respuesta, MQ, se tomó un tiempo para realizar un descargo de emociones y sentimientos que publicó en su Instagram:
LA CARTA DE DESPEDIDA DE LUCAS MARTINEZ QUARTA
Llegó el día. Llegó el día que nunca imaginé que llegaría, que por más que no lo anhelaba, no me imaginaba. No me imaginaba después de tantos en River tener que despedirme de esta familia. Porque es lo que es, una familia, no solo por la gente que acompaña siempre, que me brindó su cariño tanto en las buenas como en las malas, que me bancó en uno de los momentos más difíciles, que pasara lo que pasara estaba ahí, una gran familia que estaba ahí afuera aguantando.
Y estaba la familia puertas adentro, el GRUPO. Esa familia que estaba siempre, que siempre salió adelante ante cualquier adversidad. Esa familia que uno sabe que pase lo que pase va a estar ahí apoyándote. En la que ibas a entrenar y sabías que la ibas a pasar bien, te ibas a reír. En la que había semanas que estábamos más en la concentración que en nuestras casas, que disfrutábamos cada momento como si fuera el único, y se pasó tan rápido...
Tan rápido que llegó el momento de seguir creciendo fuera de casa, así como me tocó venir y crecer acá. No me quedan más palabras de agradecimiento para toda la gente, para mis compañeros, CT, colaboradores, dirigentes, para la gente que me tuvo en la pensión, técnicos y profes de Inferiores/Reserva, para todos los que formaron parte de este camino. Vine como un chico que vino a cumplir su sueño, me voy siendo un hombre, me hicieron crecer como persona y jugador, eternamente agradecido.
Fueron casi ocho años intensos, pero increíbles. Hoy puedo decir que River es mi segunda casa. Ojalá nos volvamos a cruzar, RIVER DE MI VIDA. No es un adiós. ¡GRACIAS A TODOS!