Norma Arévalo, dueña de Oxiar Medicinal, contó que "tengo un negocio familiar. Hace 50 años que mi papá está con estos y nunca pasamos algo así", y reconoció que "la situación nos colapsa".
Por otra parte, se lamentó porque "el tubo desgraciadamente se termina en un día o medio día", y añadió: "Esta enfermedad requiere de mucho oxígeno. La gente, en la desesperación, busca tubos de oxígeno como si fuesen un milagro eterno".