Sebastián Shindel, director argentino, contó que "hice un poquito más de la mitad de la carrera de filosofía y me metí con el cine", y relató que una amiga fue quien lo convenció: "Ella no superó la primera prueba. Yo me entusiasmé muchísimo, pero no quedé. Dos semanas después me dijeron que un alumno renunció a su vacante y que yo era el siguiente, eso me cambió la vida".
Acerca de su labor como director, Schindel explicó que "dirijo a los actores intuitivamente", y que "a los actores protagonistas les muestro la película en formato borrador". Por otra parte, subrayó que "cuando empiezo a rodar una película suelo tener todo en la cabeza".
Por último, Schindel recordó que "mi papá es contador y doctor en ciencias económicas, y mi mamá es ama de casa".