La secretaria ejecutiva de la RedTraSex se refirió a la situación de las trabajadoras sexuales en el contexto de la pandemia, “es caótica, justamente por la invisibilidad y la clandestinidad en la que estamos. En América Latina el trabajo sexual no está penalizado pero tampoco está regularizado, o sea tenemos un vacío legal ahí. Los únicos dos gobiernos en América Latina que realmente están apoyando a las organizaciones de trabajadoras sexuales es Argentina y El Salvador, después en los demás hay una ausencia, no solamente con las trabajadoras sexuales, sino con todos los trabajadores y trabajadoras informales que la están pasando realmente muy mal.”
“Mi rol como secretaria ejecutiva es buscar fondos para bajarle a las organizaciones, porque más allá de lo que el estado da, también nosotras hemos podido repartir alrededor de diez mil bolsas de mercadería entre las catorce organizaciones de la Red Latinoamericana”, subrayó Elena Reynaga
Respecto a los estigmas de su profesión, la fundadora de AMMAR declaró, “hay mucho desconocimiento. La historia nos muestra a nosotras siempre en calidad de víctimas, nosotras las pobrecitas acudimos al trabajo sexual porque no nos quedó más nada. No siempre es así”
“La sociedad me hizo sentir culpable, sucia, pecadora, yo estaba esperando su reconocimiento, una vez organizada y empoderada yo también me saqué la careta. Yo decidí, no es que no tenía absolutamente ninguna opción, sí que las tenía. Yo decidí ejercer el trabajo sexual para vivir sola con mis hijos, mantenerlos, educarlos, tener vacaciones, tener una vida digna”, confesó Elene Reynaga.
Elizabeth, su hija, participó de la conversación y reveló como se sintió al respecto de la elección de su madre, “al principio me costó, después cuando fui mamá me di cuenta de los ovarios que tenía mi vieja. Yo estoy orgullosa de la mamá que tengo y la verdad que no tengo nada que reprocharle, al contrario, siempre le agradezco por todo lo que nos dio a mí y a mi hermano y los ovarios que tuvo para pararse en una esquina y a veces hasta venir golpeada”.
Escucha la entrevista completa a Elena Reynaga.