Tenía 69 años. Nos dejó hace muy poco. Fue actor, vendedor, buscavidas, trabajador de la cultura, militante y un luchador incansable por sus sueños y los derechos de los que menos tienen. Su dura infancia, su lucha en la vida, la odisea que debió realizar para cumplir su sueño de llevar al cine la vida de Gatica, la negativa inicial de Leonardo Favio para que haga el papel, las cirugías a las que debió someterse para parecerse físicamente al boxeador. La historia completa de un verdadero boxeador de la vida.
Los actores, las actrices, los artistas no mueren…
Solo dejan este plano y viven por siempre en sus trabajos y en las palabras que dejaron.