Mario Araóz, padre de León, el chico baleado, recordó que “antes de León, me balearon a otro hijo de 17 años. Estuvimos peleando un mes por su vida y, gracias a Dios, sobrevivió”, en lo que es una clara radiografía de la inseguridad en el país. “Cuando levanto a León en brazos, era como cuando levanté al de 17”, aseguró.
Araóz comentó que entró intranquilo al local por la presencia de una persona en el exterior del mismo, pero finalmente era el gendarme que forcejeó con el ladrón. En lo que fue el hecho, que pudo terminar en tragedia, Araóz explicó que “me acerqué a la caja del mercado a sacar el pan, con León al lado, y vi a dos tipos forcejeando y un arma entre los dos”.
Por último, dijo que “después vi los videos y cómo León quedó corriendo atrás mío”; y se refirió a la operación: “Lo operaron a las 11 de la noche y le pudieron sacar las esquirlas más 'fáciles'”.