Javier Pérez, argentino en Wuhan, contó que "hace más de un año que no salgo de China", aunque aseguró que "por lo que veo en las noticias, en Wuhan vivimos en mejores condiciones y con la posibilidad de hacer más cosas que en el resto de los países".
Por otra parte, detalló que "en la ciudad el confinamiento obligatorio duró 76 días", y continuó: "Luego de la cuarentena, la vida siguió con muchas precauciones. Nunca se dejó de utilizar mascarilla".
Por último, explicó que "en todos los lugares a los que entrás te toman la temperatura y se registra por dónde te movés para controlar si te cruzás con alguien contagiado de Covid-19".