El dueño de Parque Ader, Bernardo Fernández, se lamentó porque “me sentí muy solo. Estaban sacados, drogrados y alcoholizados. Nadie los podía parar”, y agregó: “Todo esto de las vacunas o que los sindicatos puedan sobrevivirm se lo deben a los empresarios. Somos su único recurso”.
Por otra parte, se cuestionó: “¿Por qué aceptamos durante tantos años esta agresión?”, y añadió que “nuestros padres y abuelos nos educaron para trabajar”.
“No nos interesa mostrarnos. Somos gente tranquila que se dedica a trabajar, generar negicios y servicios para toda la sociedad”, cerró Fernández.