Roberto Carrigall, periodista de Quilmes, relató que "una fuente súper confiable me advirtió que habían 40 vacunas vencidas en un hospital de Solano", y que "traté de hablar con un secretario, pero los funcionarios de Quilmes tienen prohibidos hablar con medios locales".
"La gente del municipio se enojó conmigo en vez de ir a comprobar si la noticia era verdad", siguió el periodista, y añadió: "Me enteré de la denuncia porque el secretario de Comunicación de Quilmes lo publicó en su Twitter personal".
Por último, Carrigall detalló que "el vencimiento de las vacunas pudo deberse a un corte de luz, una falla del refrigerador o la falla de quien tenía que cuidarlas".