La Argentina es un país donde resulta normal que emerjan como si nada, inquietantes preguntas que quedan sin respuesta.
Todos los días aparece un elefante en la 9 de julio que a nadie le llama la atención.
¿Por qué un gasoducto cuya construcción es vital y urgente resulta obstaculizado por los mismos que aseguran querer hacerlo? ¿Cuál es realmente el juego de intereses que se esconde detrás de extraños malentendidos que incluyen acusaciones de corrupción como si fueran parte del diálogo habitual entre funcionarios? Una cosa es sacarse los ojos en una interna y la otra es acusarse por delitos y desdecirse como si hubiera sido un exceso del ánimo. ¿Puede encaminarse alegremente la justicia a desestimar la causa? Altas fuentes del juzgado respondieron que la clave está en determinar si está justificado que la premura y urgencia hayan ido cerrando posibilidades a otras empresas. Queda flotando en el aire que la mugre está ante nuestros ojos, que es obvio que la obra está pisada, y que el elefante pasará caminando y rompiendo canteros con flores sin que nadie averigüe realmente qué pasó o dé respuestas apropiadas desde el gobierno. Y peor, que quizás la obra, que nunca empezó, porque no llegó a firmarse el contrato con Techint, tampoco empiece. Lo único cierto por ahora es que seguiremos pagando gas a un precio fenomenal con un dinero que el país no tiene en tanto se sigue hablando del gasoducto sin fin. Raro.
Cuando no terminamos de aplaudir al enorme paquidermo del gasoducto, entra otro a romper todo en el bazar. Un avión fantasma, que rechazaron en Uruguay y que tuvo un incidente en Paraguay, cuyo curso de vuelo por los aires arrastra advertencias de inteligencia, aterriza alegremente en nuestro país. Y esto no es nada, la nave perteneció a una empresa iraní involucrada con el terrorismo, ahora pertenece a Venezuela y llevaba una excesiva tripulación de al menos 17 personas con 12 venezolanos y 5 iraníes uno de los cuales pertenece a la fuerza Quds, considerada terrorista por Estados Unidos. El arribo de este avión no le parece suficiente razón por ahora a la fiscal Cecilia Incandona, de lazos con el kirchnerismo, para abrir una causa penal que el juez Federico Villena aparentemente sí reclama.
La misma Dirección de Migraciones que hace poco tiempo se ensañaba con argentinos que viajaban al exterior y los trataba como sospechosos parece una congregación de monjitas esforzándose para devolverles los pasaportes a los sospechosos. Total normalidad, con que una mole aérea floja de papeles, aterrice con el pretexto de traer autopartes y quieran despacharla lo antes posible sin preguntar demasiado. Migraciones dice que hizo todo según la normativa internacional.
Obviamente la presencia del Boeing 747 de la empresa Embratur con sede en Caracas y que perteneció a la aerolínea Mahan Air considerada un brazo operativo del terrorismo, -que no le parece dudosa a la fiscal aunque dentro venga un pasajero que pertenece a la fuerza terrorista en cuestión-, si le llamó la atención por lo pronto, al juez, a diputados de la oposición que hicieron una denuncia y a la DAIA y la AMIA que piden ser querellantes y realizaron inquietantes advertencias. Por lo pronto piden una exhaustiva y detallada investigación sobre el listado de tripulantes de la aeronave y los motivos reales de su paso en Argentina. También recuerdan lo obvio, lo que llama la atención que no llame la atención: Argentina sufrió dos atentados que aún permanecen impunes que según la justicia argentina fueron perpetrados por el grupo Hezbollah, financiado y apoyado por Irán. Que recientemente prófugos del atentado a la Amia recibieron protección en países de la región. Como decir Nicaragua sin decir Nicaragua. En Nicaragua hace pocos meses, el embajador argentino, ni se dio por enterado de que estaba en un ágape diplomático con un buscado por el atentado. Lo peor es que tampoco se dieron por enteradas las autoridades argentinas. Hay lugares donde las alertas rojas son rositas, parecen invitaciones a un bautismo.
En la denuncia de los diputados Ricardo Lopez Murphy y Gerardo MIllman de la que también participa el experto aeronáutico Franco Rinaldi se acusa a las autoridades de Policia de Seguridad Aeronáutica y de la Dirección de Migraciones por dejar entrar al país a un avión con según afirman, “un manifiesto de vuelo irregular y presuntamente con el transponder apagado como si no quisiera ser localizado”. ¿A quiénes llamaron por teléfono para que les diera el ok? O lo hicieron de comedidos.
Las que sí entienden de sanciones y consecuencias son las compañías de combustible. YPF y Shell se negaron a reaprovisionar a la aeronave que por sus antecedentes es como un bólido tóxico porque Washington sanciona a las firmas que cooperan con grupos vinculados al terrorismo. ¿Por qué habrá podido aterrizar tan fácilmente en Argentina? ¿No parece un medio de cargo extraño para la llegada de autopartes? Hace acordar a los barcos con cólera que en tiempos de peste nadie recibe y de pronto aquí le dan palmaditas en la espalda.
Imposible, luego de mencionar a Venezuela y Nicaragua, no recordar la defensa de esas dictaduras realizada recientemente por el presidente argentino en la cumbre de las Américas. ¿Será esta la camaradería regional y el diálogo en la diversidad que proponía? Todo tiene demasiado tufo a complicidad con rufianes internacionales.
Tampoco se puede olvidar que está al poder el mismo signo político que también a pesar de los atentados impunes firmó un pacto con Iran, el país acusado de realizarlos. Un pacto por el que el propio actual presidente acusó a su vicepresidenta de encubridora.
Como decimos siempre, la gente cambia, y Alberto Fernandez más que el promedio. La del memorandum es una de las causas en las que Cristina Kirchner logró una rareza jurídica: ser sobreseída antes de que se realice un juicio. Sin embargo, la Cámara Federal podría darle malas noticias. Ordenó en estos días la realización de una audiencia el 29 de setiembre con el fin de resolver si se confirma el sobreseimiento o como piden los acusadores, se avanza con la realización del juicio oral que es la vía teórica para establecer culpabilidad o inocencia. El sobreseimiento express ocurrió cuando la causa avanzaba hacia la fijación de una fecha para el proceso. Para el que no lo tenga presente, sí, se trata de la denuncia del fiscal Alberto Nisman, a quien según la justicia argentina asesinaron por hacer su trabajo como fiscal, cuando se aprestaba a denunciar en el congreso a la entonces presidenta.
El historial es demasiado frondoso, y demasiado oscuro para que todo se resuelva a la bartola devolviendo los pasaportes a los iraníes sin averiguar un poquito aunque sea. ¿Nadie se preguntó por una operación de inteligencia encubierta? Hasta un chico que haya visto un par de películas tendría sospechas que hoy no parece tener la fiscalía.
En el avión-gate el gris no parece ser una opción. ¿Qué pasa si los Estados Unidos piden que la aeronave a la que rastreaba le sea puesta a disposición? ¿Qué lealtades tendrán prioridad? ¿Qué legalidad? ¿O seremos una especie de triángulo de las Bermudas donde se pierden los aviones que nadie recibe y no lo sabíamos? Lo que haga Argentina con un caso tan delicado no es inocuo. Una vez más puede implicar firmar lisa y llanamente, patente de complicidad.
