Eduardo López, médico infectólogo, explicó que la mayor dificultad que tenemos nosotros es que no testeamos de la manera que deberíamos”, y subrayó que “la peor vacuna es la que está guardad en la heladera y no se aplica”.
Por otra parte, se refirió al confinamiento de nueve días que decretó el Gobierno en el último DNU: “Había dos cosas que preocupaban, la velocidad del aumento de casos y la ocupación de camas de terapia intensiva”.
Por último, recordó cuando se contagió de coronavirus: “De los 25 que nos contagiamos, 24 teníamos dos dosis de la vacuna Sputnik. Fuimos infectados con la cepa de Manaos”, aunque destacó que “la evolución de todos fue buena”.