Roberto Álvarez tiene 70 años y vive en Resistencia, Chaco. Trabajó como periodista y hasta fue piloto de avión, pero lo más sorprendente es que a los nueve años ya vendía productos que hacía con yeso.
“A esa edad trabajaba toda la semana y los fines de semana me juntaba con mis amigos e iba al cine”, recuerda Roberto, y agrega: “Nací en una familia donde mis padres eran docentes y nunca quise depender de ellos”.
Por otra parte, destacó que “trabajé y seguiré trabajando. Siempre le digo a mis hijas que la muerte me va a encontrar trabajando”, y continuó: “Es la única salida que cada habitante del mundo tiene para contribuir a la sociedad y vivir honestamente”.