Rafael trabajaba en Brasil en un “family office”, un fondo de inversión que maneja recursos de familias adineradas, donde realizaba el análisis y ejecución de inversiones en el área de energía, logística y negocios inmobiliarios. En el contexto del Lava Jato, tuvo complicaciones y se quedó sin empleo, momento en el que su amigo Eduardo lo visita y deciden llevar a cabo este emprendimiento con el que ya soñaban desde hacía tiempo.
“Yo veo al desempleo como una oportunidad, es un camino doloroso pero que fortalece”, contó Rafael, y recomendó a las personas que estén en situación de desempleo focalizarse en lo positivo y no en las falencias. “Uno en un momento de desempleo se autoflagela, y muchas veces no es así y el despido se relaciona con variables externas”, expresó.
Así, junto a Eduardo crearon AGOA, una empresa de venta multinivel que vende artículos para el hogar y suplementos de nutrición. “Tenemos más de 1000 emprendedores que hacen el negocio con AGOA (...) Estuvimos cerca del millón de dólares el año pasado (...) El emprendedor se lleva un 30% de la venta de un purificador de agua, y también ganás por armar equipos.
Contó que su mujer fue su mayor apoyo en la primer etapa del emprendimiento, y reflejó su orgullo por haber tomado posesión del 100 por ciento de su tiempo para construir algo superador.