Paula Oliveto, diputada nacional, declaró: “Quiero hablar de la degradación moral, porque admitir todo este mecanismo de negocios, poniendo en riesgo la salud de los argentinos, en una frontera sanitaria tan importante como es Ezeiza y en momentos donde estaban estas cepas tan peligrosas, habla de una falta de moral enorme”.
En relación al origen de este negocio, Oliveto sostuvo que “en un momento dado, Santiago Cafiero sacó una resolución administrativa que determinaba que todos los que ingresaban al país debían hacerse un test que debía ser costeado”.
“No nos pueden hacer creer que no hay una convivencia entre funcionarios del poder ejecutivos y esta empresa, si es que durante los pocos meses que funcionó ningún organismo los fiscalizó ni pudo controlar las irregularidades”, afirmó la diputada.