Adrián Pignatelli, periodista y divulgador de hechos históricos, contó que "Francisco Laprida era de una familia acomodada de San Juan. Se fue a estudiar a Chile y volvió a su provincia natal para ejercer como abogado", y continuó: "En 1815 fue electo en el Congreso de Tucumán y él mismo quiso impugnar su elección porque no habían votado todos los hombres de la provincia".
Luego, contó Pignatelli, "Laprida se fue a vivir a Mendoza y cayó en medio de una lucha política importante, desarrollándose como unitario en la guerra contra los federales", y "el 22 de septiembre de 1822 se dio la Batalla de Pilar, donde ganaron los federales". Acerca de su muerte, Pignatelli remarcó que "a Laprida lo tomaron como prisionero y hay dos versiones sobre su asesinato: en una fue de un lanzaso en el pecho y le cortaron la cabeza, mientras que en otra le enterraron todo el cuerpo, menos la cabeza, para que los caballos lo pasasen por arriba".