Herramientas de Accesibilidad

Martes, 01 Agosto 2023 15:25

"Preguntas para después de las PASO"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Perez en Cristina Sin Vueltas

2023 será recordado como el año en el que se votó casi todos los meses. Excepto enero, marzo y diciembre, todos los meses hubo o habrá alguna elección primaria o definitiva en las provincias y/o a nivel nacional: un total de 25 elecciones, según el calendario electoral, de las que ya se llevaron a cabo 18. Paradójicamente, también puede terminar siendo uno de los años con mayor abstención.

Por lo pronto la estrategia de los gobernadores peronistas de desdoblar la elección provincial para despegarse de la suerte del gobierno nacional no viene dando el resultado que esperaban. Su temor se les volvió como boomerang al menos a cinco provincias con signo peronista que ya fueron derrotados por la oposición: San Juan, San Luis, Chubut, y falta que se confirmen los resultados de las primarias en Santa Fe y en Chaco. Encima, el temor del oficialismo es que en esos distritos donde ya se tiró toda la carne al asador para las elecciones locales, no se ponga el mismo entusiasmo en el combate nacional.

El otro error de cálculo que puede darse tiene un antecedente en 2019. Entonces como ahora la campaña se planeó estratégicamente en tres pasos. La PASO, la primera vuelta y el ballotage. Ahora pasa lo mismo. Pero como bien sabemos, en 2019, el electorado sintetizó su decisión a una sola movida y dejó tan claro el panorama en las primarias que terminaron funcionando como una primera vuelta. El gobierno de Mauricio Macri que esperaba un escenario de entre 4 y 8 puntos de desventaja para crecer en la primera vuelta como le había pasado en 2015, perdió por casi 16 puntos, el doble de diferencia de su peor escenario. Eso derivó en un panic attack en los mercados ante el seguro triunfo del kirchnerismo y el regreso de un gobierno populista y estatista. Como siempre el dólar fue el termómetro.

Pero volvamos al comportamiento del votante: en las PASO de 2019 jugó como si fuera la primera vuelta. Es decir, resumió. ¿Qué significaría eso esta vez? Que polarice. Que piense en los dos que cree que van a ganar para adelantar la contienda. Y que luego en la primera vuelta directamente haya una definición. Si los votantes en cambio, toman la primaria como una primaria, donde eligen el matiz de su espacio o se permiten alguna excentricidad, que luego pueden reconsiderar, el momento de la polarización quedará para la primera vuelta que defina contendientes al ballotage entre los mejor posicionados. Por estos dos escenarios es tan codiciado el puesto de candidato más votado que anhela sobre todo Sergio Massa para tener envión después.

Porque después será clave otra variable: ¿qué traslado de votos puede haber entre la elección de la primaria y la primera vuelta? Es decir, el que votó a un candidato que pierde, por quién vota en la primera vuelta. Por ejemplo: quien votó a Grabois en la PASO ¿vota a Massa o a la izquierda en la primera vuelta? La expuslisón de Boudou de un espacio ultra k por apoyar a Massa da pistas de ciertas contradicciones insalvables. Veamos también en la oposición ¿El que votó a Larreta votaría a Bullrich o a Massa si ella gana? ¿El que votó a Patricia votaría a Milei o a Larreta si el que gana es Horacio? En las encuestas parece ser ella quien tiene mejor traslado, pero será clave que en Juntos por en Cambio trabajen fuerte en la unión de las facciones del espacio gane quien gane para consolidar el resultado de las PASO.

Las chances de Milei por su parte dependen de una primera vuelta sólida y empezó a atacar a Bullrich, con quien mantenía una buena relación pública, porque nota que sus votantes, si fugan, fugan hacia ella.

En definitiva, las posibilidades son tan variadas en las PASO, que es demasiado riesgoso anticipar una respuesta sobre traslados. Y se puede complicar más todavía. Si el que no votó en la PASO, sí quiere votar en la primera vuelta también cambia la proyección inicial.

Más que nunca los candidatos estarán en vilo ante un votante veleidoso, desconfiado, y castigado por la crisis económica y por demasiadas decepciones.

Las otras preguntas para después de las PASO escapan a lo estrictamente electoral.

- ¿Habrá una devaluación, que el gobierno hizo todo por evitar antes de las primarias? Ayer Carlos Melconian lo consideró probable.

- ¿Llegará la plata del Fondo Monetario? ¿O estirará más los plazos de desembolso a la espera de que Argentina demuestre cumplimiento de metas fiscales?

- ¿Mejorará la expectativa de los mercados o se profundizará la incertidumbre? Esto sí depende de quién y por cuánto triunfe y de entre quiénes será la segunda vuelta si la hay.

- ¿Cómo se manejará el puente hacia la primera vuelta en términos económicos?

- ¿Qué pasará con las reservas del Banco Central que ya tocan un nivel tan bajo que no se veía en los últimos 17 años?

Son preguntas provisorias, que tendrán respuestas más o menos provisorias de acuerdo al resultado y a la contundencia del resultado.

Las PASO no sólo serán un espejo en el que nos miraremos sino también la configuración de un escenario que nos regirá hasta las elecciones generales de octubre, y que determinará las expectativas del mercado. Habrá emergido el primer boceto de hacia dónde quieren ir los argentinos para salir del pantano en el que está el país.