Esta franja corre de norte a sur, desde Itá Ibaté hasta Concepción, más allá de Caá Catí, y tiene un ancho de entre 300 y 2.000 metros. Hace unos 50 o 60 años los colonos fueron desmontando para plantar cítricos, dejando algún lapacho y timbó para sombra, laurel para hacer postes. Luego fueron asentando sus chacras para sembrar mandioca, maíz, batata, porotos, y hacer huertas. Algunos, con más tecnología, hacen invernaderos y producen tomates, morrones, berenjenas y crían sus animales. También hay algunos estancieros, de 2.000 a 7.000 hectáreas, que crían búfalos y bovinos.
Sábado, 15 Agosto 2020 09:30
La escuela agrotécnica de Arerunguá, entre los sueños de arraigo de Hector y las añoranzas de un joven correntino
El paraje Arerunguá se halla a 25 kilómetros al sur de Itá Ibaté, que significa “Piedra Alta” en guaraní, y que está sobre la margen del Paraná, a mitad de camino entre dos capitales, Corrientes y Posadas. Es una región singular con una franja de lomadas arenosas entre los bañados San Miguel o Carambola y Santa Isabel, afluentes del río Corriente y de los Esteros del Battel, salpicado de un frondoso monte nativo.
ESCRITO POR
Lo último de Bichos de campo
- Ceferino Aiassa nos contó como se vive la lechería desde el fondo de la tabla
- Luego del cimbronazo de diciembre, Víctor Tonelli espera algunas semanas de calma en el mercado ganadero
- Más vale no pinchar: Emilio Felcman contó que en 2020 lo que más subió para el trasporte de cargas fueron las cubiertas
- Cuando el Covid sumó un poroto: Los productores de legumbres celebraron uno de sus mejores años en medio de la pandemia
- Pablo Pérez Delgado es periodista especializado en vitivinicultura: Dice que los productores siguen esperando el “efecto derrame” del auge de las ventas de vinos