El operador explicó que en estos últimos meses se fueron concretando algunas operaciones pero por establecimientos de menor tamaño, en valores que no superaron los 3 o 4 millones de dólares. Las operaciones que se realizaron fueron hechas más bien por inversores locales y sobre todo por productores. “Para operaciones chicas hay mercado”, señaló Roberto.
La baja que registró Bullrich Campos en los valores de los campos estuvo influida por los problemas de la macroeconomía local, que genera mucha incertidumbre entre los operadores, y por la menor renta agropecuaria esperada para el ciclo que viene. “Invierte el que no sabe qué hacer con su plata y prefiere meterla en lo que sabe. Pero el que sabe del mercado financiero, que es el que tiene más plata o es más temeroso, está esperando señales o que haya política agropecuaria de mediano o largo plazo”, dijo Frenkel Santillán.
“Lo que antes tasábamos en 14.000 o 15.000 dólares ahora se vende en 12.000”, graficó. Luego comentó que para las zonas agrícolas de segunda línea, por fuera del núcleo maicero-sojero, el valor va de los 8.000 a 12.000 dólares, mientras que los campos en el oeste de Buenos Aires y La Pampa cotizan entre 6 y 8 mil dólares.