Alberto, jubilado de 62 años, relató que se recibió de técnico mecánico y que "después de eso comencé a trabajar unos años y, en una empresa muy importante, conseguí un trabajo en control de calidad".
Luego retornó a Nogoyá, en Entre Ríos: "Había una crisis laboral y me vine a buscar nuevos horizontes en la ciudad donde me he criado", y agregó que "ahí comencé a trabajar en el taller".
Con respecto a sus épocas como docente, Alberto contó que "siempre fui muy inquieto y viajaba con mis alumnos a los viajes de estudio. Así conocí muchas automotrices, todas fábricas muy grandes e importantísimas en nuestro país".
Otra de sus pasiones es el automovilismo. Alberto es reconocido en su provincia por haber convertido un 306 a combustión en 100% eléctrico, aunque mantiene una enorme humildad al respecto: "No inventé nada ni soy un genio. Solo hice un esfuerzo bastante importante en estudiar, investigar y conocer cómo era el tema de la conversión de los autos eléctricos".