Divina Gloria fue dirigida por los más grandes: Pepe Cibrián, Enrique Pinti, Jean Francois Casanovas, Hugo Midon, Carlos Perciavalle, Hugo Sofovich, entre tantos otros. Es una de las actrices más versátiles de nuestro país. Trabajó con muchos, pero su camino artístico lo marcó el gran Alberto Olmedo. A los veintitantos editó ‘Desnudita es Mejor’, primer disco que en la inmortalizó en su tapa como la "Madonna" argentina.
Divina nació un 6 de febrero. La anotaron como Martha Gloria Goldsztern. De familia de actores. Sus abuelos eran actores de teatro judío y su padre también se desempeñó en el mundillo teatral, más volcado al área de gestión, pero con la actuación en la sangre. Fue así que a los 5 años, Marthita debutó con su abuela arriba de un escenario y no paró nunca más: “Subí al escenario y el público me tiraba caramelos, plata, era como la 'Sherley Temple' del teatro judío, jaja.” Recordó entre risas.
“Con papá siempre tuve una relación hermosa. Teníamos los martes para nuestras salidas solos. Íbamos al cine, a la librería, a la heladería, íbamos a la radio, veíamos mucho cine francés... A mi casa venían muchos músicos y mi viejo los grababa. Era una fiesta siempre. A los 11 años me regaló las obras completas de Borges… Viví mucho teatro, mucho camarín, mucha calle Corrientes, muchas giras, mucho arte, mucha belleza y mucho amor a la actuación. Él era muy teatrero, incluso falleció en un teatro. Todo mi amor a lo artístico lo heredè de él”.
“Tuve una infancia muy felíz. Fui muy felìz hasta que murió mi viejo. Se fue muy joven, tenía 48 años y yo 18. Fuí muy pegada siempre.Viví enamorada, por eso no me casé nunca,jaja. Porque ningún hombre fue tan lindo como él conmigo, jaja”, rememoró.
“Pepe Cibrian fue muy importante en mi vida. Con él empecé a estudiar comedia musical. Me volvìí loca. No había escuelas de comedia musical. Después con él hice ‘Calígula’ y hasta me escribió un tema para mi primer disco, Soy Divina, con una letra maravillosa". Recordó la actriz.
Refirindose a su nombre artístico Divina relató: “Me bauticé así en una reunión con los integrantes de Los Peinados Yoli, aquel grupo under de clawn. Estábamos viendo libros en mi casa de las divas de Hollywood. Entonces decíamos, Divina Greta (por Greta Garbo); divina Marilyn Monroe… Divina Gloria dije yo, por que Gloria es mi segundo nombre, y así quedó y lo registré. Igualmente ya había pasado por la escuela de comedia musical de Pepe Cibrián, tenía un recorrido por la sangre, el karma de la familia. Me decían: ‘subite a un escenario, andá a brillar’. Creo que Dios dijo, a ella le toca, y me señaló con un dedo. Y los milagros pasan, y suceden".
También reveló cómo logró formar parte del selecto grupo de actores que acompañaban a Alberto Olmedo: “Lo conocí dos veces. Cuando vivía mi viejo, le consiguió a Hugo Sofovich la habilitación del aeropuerto de Ezeiza para hacer su primera película. Entonces mi viejo le preguntó: "¿Por qué no la metés a Marthita, la nena? Claro, yo no daba 90-60-90, entonces Hugo le hacía caritas. De todos modos, me metió en un gag de una película: tiraba a Mario Sánchez a la pileta. Yo no tendría más de 11 años. Después pasó el tiempo, yo ya estaba trabajando, y nos presentamos en Mar del Plata. Entonces una amiga de Olmedo, Inés Quesada, me vió y le dijo: ‘Hay una actriz que tenés que ver. No se puede creer’. Después llegamos a Buenos Aires y Danielito Pérez Hernández me empezó a dejar mensajes en el contestador automático para que hable con Olmedo. Al cuarto mensaje dije: ‘Lo voy a llamar al señor Olmedo’, y le dejé un mensaje en su contestador. A la media hora me vuelve a llamar él, y me vino a conocer. Me dice, bueno, a ver: le hice un show, le declamé, le zapateé, le recité Berta Singerman, bailé tap, hice piruetas, hice todo. Y cuando se fue me dijo: ‘Bueno, petisa, algo vamos a inventar. El miércoles vení a Canal 11 que voy a grabar un adelanto y así lo ves a Hugo, nos vemos ahí’. En ese momento yo tenía 20 años, tremenda inocencia, todavía no entendía la dimensión que tenía trabajar con él".
"Para mí hablar de Olmedo es hablar del presente, algo que está en mi ADN. No hubiese sido yo si no hubiera trabajado con él. Era tan caballero, tan buena gente, tan noble, tan buen tipo, tan buena persona, que debería ser el ejemplo de muchos. Era muy genial, súper generoso, súper atento. Siempre te preguntaba si habías comido, si tenías plata para comer, si habías pagado el alquiler".Rememoró.
No se privó de hablar de nada, de su carrera artística, cuando estudio actuación en EE.UU, su vuelta al mundo cantando tangos en Yidis, y hasta cómo decidió tener lo más importante de su vida, su hijo: ”Un hijo te cambia para siempre. Desde que nació, nada en mi vida fue más importante. La maternidad fue la decisión más acertada que tomé, sin dudas”.
Su vida, su historia completa, en su propia vos, aquí en “Íntimamente “ con Alejandra Rubio.