La reconocida actriz, bailarina, cantante e imitadora, abrió su corazón y realizó un profundo recorrido por su vida en íntimamente con Alejandra Rubio. Habló de su carrera artística, su infancia, su paso por la anorexia, sus proyectos, su presente, si volvió a contactarse con sus ex (Norberto Marcos y Javier Milei) y como no abandona sus deseos de ser madre, pese a no tener actualmente una pareja: “Ser madre es un deseo mío desde hace mucho tiempo. Por las vueltas de la vida y el trabajo todavía no se dio. Pero por más que no tengo pareja, no descarto ser madre. No ahora. Pero no descarto nada, ni la inseminación, ni el alquiler de vientre. No sé, hoy no es el momento, pero más adelante no descarto ningún método. Hoy estoy muy abocada a lo laboral, pero si quiero ser madre algún día. No lo descarto para nada, todo lo contrario.” Aseguró la multipremiada internacionalmente imitadora, que recién llegada de realizar su espectáculo en Las Vegas, se prepara para debutar el 26 de diciembre en Villa Carlos Paz con su espectáculo “100% Fátima” en el Teatro Luxor, junto a Marcelo Polino, Los Pampa, un gran elenco de bailarines y orquesta en vivo.
“Estrenamos el 26 de diciembre en el Teatro Luxor, con producción de Miguel Pardo. Vamos con 100% Fátima, con Marcelo Polino, Los Pampa, bailarines, orquesta en vivo. Va a ser un mega show. El 16 de diciembre ya me instalo en Carlos Paz. Voy a estar dos semanas en Buenos Aires para ensayar y hacer la preproducción. Va a estar muy lindo. Siempre hay sorpresas en mis espectáculos y me brindo al público entera. Pagás una entrada y ves treinta shows en uno solo. Traigo muchas cosas deslumbrantes de Las Vegas, va a ser un espectáculo impresionante y de gran calidad. Este año cumplí me gran sueño de llegar a Las Vegas con mi espectáculo. Estoy inmensamente feliz, fue muchísimo más de los que esperaba. Fui a hacer unos shows, me quede tres meses y renté un departamento por un año. Se me abrieron las puertas para seguir haciendo muchas cosas allá. En el 2025 me están armando tours para Miami y Las Vegas. Me encantaría hacer temporada en Buenos Aires, pero ya tengo comprometido shows en Las Vegas para marzo y abril. Ya está todo arreglado y ya tengo hasta un domicilio fijo allá. Fue una pisada firme, linda y con mucha proyección.” Reveló la artista.
Fátima Florez cree en las energías y en la magia que hace posibles los deseos. Por eso hace algunos años escribió en su pizarra que quería hacer shows en Las Vegas. “Siempre escribo mis objetivos, mis proyectos y soy muy energética y de pensamientos fuertes. Toda mi vida escribí anhelos y sueños que después se cumplen. Entonces ya tenía pensado y escrito este show, con celebrities internacionales. Hace dos años un productor me vio en Miami y me dijo que podía funcionar en Las Vegas, pero no se daba por mis compromisos en la Argentina, y como siempre estoy a full, lo postergaba. Este año me dije ‘Es el momento, es ahora’. Y se dio. Llegué el 26 de agosto a Las Vegas y solo volví a Buenos Aires un día para asistir a la entrega de los Martín Fierro y gané a la Mejor Labor Humorística. Fue maratónico, pero valió la pena. Volví a Las Vegas y se agregaron shows, hice contactos para el año que viene y la pasé re bien. Me gustó mucho conquistar otros mercados. Actuaba para gringos, mexicanos, europeos y hasta gente de la India. Como artista eso te moviliza y te hace crecer. Elegí un repertorio de celebrities internacionales que se conozcan en todo el mundo. Fue realmente hermoso, con personajes que ya hacía y otros que preparé especialmente para la ocasión. Teníamos bailarines, orquesta en vivo. Un mega show. Me contrataron para la Semana de la Hispanidad y por eso también estaban Luis Miguel, Chayanne, Gloria Trevi y muchas otras estrellas, todas haciendo su espectáculo, así que me tocó competir con toda esa gente. Y como gustó mucho el show, me propusieron quedarme. Fuimos a Los Ángeles, hice TV, eventos, fue mucha movida y se crearon lindos vínculos. Siempre había ido como turista y no a trabajar, así que aprendí un montón. Y lo bueno es que volvemos el año que viene.”
Fátima hoy sigue creciendo en su carrera y está disfrutando el reconocimiento a su trayectoria en Argentina e internacionalmente: “Estoy súper feliz. Este año recibí dos Martin Fierro. Uno como Mejor Labor Humorística en televisión, por mi participación en el programa de Tinelli y un reconocimiento especial en el Martin Fierro Latino como artista latinoamericana. Este año también me dieron un premio que recibió Emilio Estefan y son los reconocimientos a los artistas hispanos, el Hispanic Target Music Awards. Además, estuve como invitada especial en el Beach Polo World Cup Miami Beach y le di un premio a Melissa Ganzi. Tuve muchos lindos logros este año. También en Las Vegas me dieron un premio que no le dieron todavía a ningún argentino y es el Paseo de la Fama. Mirá que soy de soñar, pero esto no lo soñaba. En mi ‘pizarra de sueños’ pongo cosas loquísimas y sueño realmente en grande, pero esto fue mucho más. En ‘mi pizarra mágica’ pongo todo, no solamente mis sueños a largo plazo, sino también a corto plazo y el camino a lograrlo. Toda mi vida fui muy positiva. Nunca pierdo las esperanzas de las cosas que sueño. Cuando empecé era una locura solamente pensar en vivir de mi profesión. Después que me vean más allá de mi cuerpo, que me dejen ser cómica, que me dejaran imitar. Después soñar con mi propio espectáculo, ser cabeza de compañía. Después llenar teatros, ser el espectáculo más visto de la temporada. Llegar a Las Vegas, hacer una temporada de tres meses y regresar el año próximo por más… Pero estos reconocimientos a mi trabajo, no los esperaba y los disfruto mucho más.”
Desde que se separó del Presidente Javier Milei, Fátima no volvió a blanquear una nueva relación aunque se rumoreo que en EE.UU había encontrado el amor, la actriz aseguró que sigue sola: “Me tome mi tiempo para rearmarme. Viví toda mi vida en pareja. A Norberto lo conocí cuando yo tenía 19 años y estuvimos juntos 22. A los pocos meses conocí a Javier y, cuando nuestra relación terminó, decidí estar un tiempo sola. Rearmarme. Cuando uno está en pareja y se termina la relación, a cualquier persona le pasa lo mismo. Es un momento de transición. Obviamente no somos robots y ojalá todos tuviéramos inteligencia artificial como para en un momentito decir ‘ya está’. No es así, somos seres humanos que sentimos, que nos pasan cosas. Yo me tomé mi tiempo. Me hizo muy bien el viaje y el trabajo. En las Vegas no estaba sola, estaba con mi equipo e íbamos juntos a todos lados. Propuestas tuve muchas, pero todavía no era el momento. Necesitaba disfrutar por primera vez de no estar en pareja. Pensar en mí y en mi trabajo. Disfrutar todo lo que me estaba pasando, que lo había soñado desde chiquita. Con Norberto y con Javier está todo bien. No volví a hablar con ninguno de los dos, pero no porque haya rispideces, sino porque no se dio. A Javier no lo llamé, una vez que la relación se corta ya está. Más aún que está en pareja. Cuando alguien está en una relación yo miro para otro lado. Jamás llamaría a nadie que este comprometido, ni para preguntarle ¿Cómo está?. No voy a hacer nada para que se pueda interpretar mal. Soy muy respetuosa de las relaciones. Yo nunca miraría a un tipo que está con una mujer. Yo soy muy respetuosa con ese tema, me parece que no hay que hacerle al otro lo que no querés que el karma te devuelva algún día. Hay tantos tipos dando vuelta que ir a mirar a uno que está en pareja o de novio, no me parece de buena gente. Hoy estoy disfrutando de mi soltería a full porque yo estuve toda mi vida casada. Así que ahora estoy viviendo la vida y disfrutando este momento. Me voy a permitir conocer a alguien si se da, pero no sé si es el momento. Dejo que fluya.” Aseveró la actriz.
María Eugenia Flórez, es su nombre verdadero. Su nombre artístico lo eligió su ex marido en honor a la virgen de Fátima. Es actriz, humorista, imitadora, bailarina, ex vedette, cantante y conductora. Su familia, en principio, no apoyó su camino y hasta quedó de “patitas en la calle” para ir atrás de sus sueños: “Nací en Olivos y allí viví durante toda mi infancia hasta la secundaria en Av Maipú al 1900, a una cuadra de la quinta de Olivos. Jugué al hockey desde los 6 a los 15 años y con mi hermana nos pasábamos todo el día en el club haciendo diferentes deportes. Nos quedábamos 10 horas en el club haciendo de todo. Mi papá es arquitecto y mi mamá es profesora de geografía, aunque dejó de ejercer hace mucho tiempo y se dedicó al turismo. Tengo una hermana dos años mayor que yo. Mis padres estuvieron juntos hasta mis 9 años, después se separaron, me dolió y me costó sobrellevarlo, pero los dos estuvieron siempre muy presente en mi vida. Los dos me formaron, de ellos heredé la capacidad de trabajo. El deporte me dio disciplina y me ayudó a saber compartir en grupo. Querían federarme, pero yo preferí volcarme a lo artístico. A los 15 empecé a prepararme, nunca quise ser una improvisada. Empecé a estudiar baile, canto, actuación y volcarme de lleno a formarme para esta profesión. Comencé estudiando actuación con Doria y hasta fui a Cuba a tomar seminarios de baile preparándome con todo porque sabía que, en algún momento, la oportunidad la iba a tener y quería estar preparada. Yo me di cuenta de muy chica que quería estar en el mundo del espectáculo. Desde que tengo uso de razón siempre me autopersivi artista. Siempre dije: ‘Yo me voy a dedicar a esto’ Estudie, me preparé y no me canse de buscar mi camino." Aseguró la artista, hablando de sus primeros años de vida.
Fátima sabía que el camino sería duro y estaba dispuesta a atravesarlo, pero en su casa la decisión que fuese artista fue muy mal tomada: “A mis padres no les cayó nada bien la decisión. Me dejaban elegirla, pero como hobby, no como una carrera. Me decían: ‘Te vas a morir de hambre’. ‘No vas a conseguir trabajo’… Para ellos el panorama era muy negativo, pero yo siempre fui rebelde, siempre traté de escuchar mi corazón y seguir con lo que yo sentía y creía que era correcto. No me lo decían mal, era el miedo que tiene todo padre que su hijo sufra. Querían abrirme los ojos que era muy difícil llegar a ser alguien como artista. No tenía ningún familiar que pudiese ayudarme y era un ambiente muy machista en aquella época. Ser actriz cómica o imitadora era soñar demasiado. Siendo muy chica, decidí jugármela y empezar de abajo, aunque no tuviera ningún apoyo. Al poco tiempo hasta me tuve que ir de casa por esta elección. ‘Si querés seguir con lo artístico, afuera’ me dijeron jajaja. Me pusieron las maletas en la puerta y hoy con el tiempo lo agradezco. Si te dan todo servido en la mano no valoras lo que cuesta todo. Cuando trabajas al filo, uno se esfuerza más. Decís: ‘O consigo algo o no como’. No hay opción." Recordó la actriz.
Regresando a su infancia rememoró: “De chica hablaba poco. Era muy introvertida. Durante la escuela primaria ya hacía imitaciones. A los 10 años era la sensación de mi grado porque imitaba a mi maestra de 5º grado, la señorita Norma Kauffman. Hasta el día de hoy habló con su hermana y ella siempre me escribe. Me dice que está muy contentan que fue mi primera imitación. Mis compañeros no podían creerlo porque yo era muy tímida, usaba anteojos y aparatos, pero cuando imitaba me desdoblaba y se me iba toda la timidez. En ese tiempo no pensaba que mi destino iba a ser la imitación. Cuando tenía 5 o 6 años imitaba a Xuxa, que la amaba. Me presenté a un casting y gané. Me llevé una muñeca. La Admiraba tanto que iba siempre a su programa. Tengo mil fotos con ella. Ya me conocía de tanto que iba. Tengo hermosos recuerdos, incluso un VHS de cuando fui a jugar. Con los años Norberto, mi ex marido, para un cumpleaños, me regaló un saludo de ella desde Brasil y se acordaba de mí. Fue emocionante." Recuerda Fátima acerca de sus comienzos.
Una etapa por demás difícil en su vida fue su paso por la anorexia: “La anorexia fue mi etapa más dolorosa. Más difícil. Tenía el sueño de ser artista y a mi familia no le cuadraba y eso me afecto mucho en lo anímico. Gracias a Dios, no duró mucho. Un año de reclusión. Fue a los 16 años. Me veía en el espejo y no veía la realidad. Mentía, no comía. Mis padres no entendían. Era raro. Dejé hockey. Empecé con problemas hormonales. Los médicos se dieron cuenta de que no me estaba alimentando. De lo malo me recupero rápido. Mido 1.70 y llegué a pesar casi 40 kilos. No llegué a un nivel extremo por suerte. Gracias a Dios nunca más tuve problemas, pude superarlo. Me encanta comer bien y la buena comida. En ese momento tenía la autoestima como un felpudo. Me empecé a acercar cada vez más a la iglesia. A leer la Biblia y a quererme más y eso me ayudó muchísimo. Hoy como mucho. Cuando hago teatro, pierdo casi 2 kilos por función y tengo que comer grandes cantidades para mantenerme en peso. Nunca más pase por aquella locura. Recuerdo que no podía comer, tenía un nudo en el estómago y hasta el día de hoy cuando me pongo muy nerviosa me pasa. Es mi talón de Aquiles. Soy muy metódica para estar sana. Eso lo traigo de mi época de deportista. Cuido mucho los horarios de comida, los entrenamientos… Tengo que comer mucho para recuperar lo que pierdo en cada función. Por más que la carne no me gusta mucho, la como. Como barritas de proteínas, dátiles, muchas nueces, almendras, batidos proteicos… Antes de la función tengo que estar liviana para poder cantar y bailar, por un tema del diafragma, no puedo comerme una pizza. La pizza me la como después de la función." Se sinceró la actriz.
Fátima empezó su carrera profesional a los 17 años formando parte como bailarina y asistente de coreografías de distintas obras dirigidas por Pepe Cibrián Campoy, tales como “El Jorobado de París”, “Drácula” y “El Rey David”: “Trabajar con Pepe fue tocar el cielo con las manos. Mi primer logro grande. No podía creerlo poder estudiar con él, 7hs por día de canto, baile y actuación al lado del más grande .A la tercer clase me puso de asistente de coreografía. Era como un sueño, el propio Pepe Cibrián había puesto los ojos en mí y me aprobaba. Trabaje dos años con él y tengo los mejores recuerdos, siempre lo admire muchísimo y hasta el día de hoy nos hablamos. Aprendí mucho, sobre todo que esta profesión no es ‘soplar y hacer botellas’, que hay que prepararse y duro. Que hay que tener disciplina y responsabilidad. Antes que él, a los 16 años, viaje a Cuba becada por mi profesora de ballet, Marta Berci, y fue una experiencia fantástica. Siempre me preparé, estudie y traté de dar lo mejor de mí. Toda mi vida estudie y me sigo preparando hasta el día de hoy. Hay cosas nuevas y a mi gusta saber todo. El tener todas las herramientas me parece muy importante. Siempre hay nuevas técnicas tanto vocales, como físicas y el artista es un todo. Si uno quiere crecer y no estancarse hay que hacer de todo.”
A los de 20, viajó a Perú para participar de un programa de TV, y allí se puso de novio con Norberto Marcos, su ex marido y primer novio con quien compartió 22 años de sus vida y la bautizó como Fátima: “Norberto, ni bien me conoció me cambio el nombre. Desde los 20 soy Fátima no solamente arriba del escenario, hasta mi familia dejo de llamarme María Eugenia y me dicen Fátima. Solamente mis compañeras de la escuela primaria, con las que me sigo hablando, me dicen María Eugenia. La familia Norberto siempre tuvo santería y él es muy devoto de la Virgen de Lourdes y Fátima. ‘Con Flórez pega mejor Fátima’ Me dijo y yo lo acepte enseguida, me encantó. Yo también soy muy creyente y siento su protección.”
La humorista que se hizo un lugar en el escenario a fuerza de mucho trabajo y talento, asegura: "Luché mucho por tener mi lugar, había prejuicios con el humor y la mujer. Muchos me recomendaron dedicarme a otro rubro, me decían que las mujeres no hacían reír, ‘apostá al cuerpo’ me decían. A la mujer siempre se la utilizó como remate de chiste. Luché mucho por tener mi lugar. Tuve que remar mucho. Pero seguí adelante, era mi misión. Los imitadores, históricamente, en nuestro país fueron hombres. Yo no sabía si por ser mujer me iban a dar bolilla. Yo misma tenía prejuicios por ser mujer. En los últimos años hemos crecido mucho como sociedad y eso se traduce en lo artístico, aunque aún falta mucho – continua la artista. Sola tuve que hacerme camino. Yo soy una remadora, peleadora, batalladora... Al principio no me fue fácil para nada, pero insistí. Con productores que trabajé me decían: ‘Las mujeres no hacen reír, están para mostrar el lomo’ y yo les decía: ‘No, no es así. Yo te voy a demostrar que no es así’ Cuando trabajaba como vedette con Jorge Corona, fue donde tuve mi primera oportunidad. Tenía un cuadro de baile y yo insistía en que quería hacer imitaciones. Siempre era un no, bueno veremos. ‘Vos hace lo tuyo’ me decían. Estábamos en una gira con Jorge Corona, Zulma Faiad, María Eugenia, Rito, Evangelina Anderson, la Gata Noelia… un elencazo y un día se cortó la luz en plena función. El público se empezó a inquietar y en ese momento Corona me dice: ‘Anda nena, salí y eso que sabes hacer’. Ahí Salí con una vela y sin micrófono y empecé a hacer mis imitaciones a oscuras. La gente explotó, se vino abajo el teatro, estaban enloquesidos, les encantó. Ahí Jorge me dice: ‘Bueno no te me agrandes Chacarita ¡Te fue bien, pero no te agrandes!’ y a partir de ahí quedo la rutina instalada. Seguí haciéndolo y no paré hasta hoy. Ahí comenzó todo. Luego soñé con ser cabeza de compañía ¡una locura! Y lo conseguí. Hoy soy inmensamente feliz con el cariño del público, con sus demostraciones de afecto, con que cada temporada vengan a verme al teatro y me hayan dado el lugar que me dieron en el espectáculo. Miro para atrás y veo todo lo que recorrí y logré y me deslumbro, me siento fuerte.” Concluyó la actriz.