El Negro Álvarez tiene ADN bien cordobés, nació en Villa Dolores, llegó a la ciudad de Córdoba junto a su familia a los 5 años. Aunque sorprenda a muchos, el Negro Alvarez fue: Estudiante de abogacía,’ciruja’, ladrón de frutas, vendedor de Panteras Rosa, de autos, de bebidas Cola en el estadio de Belgrano, de publicidad y bijouterie, boxeador en peleas arregladas: ”Era muy travieso, he sido ladrón de chico. Le robaba a mi papá para comprar juguetes, lo bolsilleaba. A mi mamá le pegaba abrazos y le sacaba plata del delantal. Yo vivía cerca del río, iba a jugar allí, y un día vimos cirujas y junto a mis amigos los seguimos. Vimos que hacían plata con el cartón y tratamos de imitarlos para hacernos unos pesos. Así que fui medio ciruja también. Mi viejo no sabía lo que yo hacía y un día me vio todo mugriento y se armó. Tuve que dejar. Después, con un amigo vendíamos tomates, zapallo, todo lo que había en la quinta de mi tía. Salíamos en un sulky hasta que vino el verdulero del pueblo y nos acusó de reventarle el mercado. He sido creativo. Calculá que de chico, con una caja de zapatos, viñetas de diarios y una linterna, proyectaba cine y cobraba entradas. Me las rebusqué. Siempre mi mama terminaba sacándonos la plata y comprándole sándwich de miga al público, con la plata de las entradas”.
En su casa, su madre tocaba el piano; su padre, abogado camarista, amaba la música, muchos artistas pasaban por su hogar. La música nació con él, lo rodeó siempre, y por eso sigue cantando todavía, a pesar de que es el humor el que le da de comer y la crianza de perros de raza bóxer, con los que compite en el mundo, su pasión y su hobby alternativo
Aquellos que lo escucharon y escuchan cantar, coinciden en que tiene una voz privilegiada. Es que el "Negro" arrancó su carrera siendo cantante y recorriendo las latitudes con su música y así fue por mucho tiempo, como cuando integraba el "Dúo Argentino": "Hacíamos folklore y ganamos un Festival de Cosquín de la Canción, grabamos un disco con un importantísimo sello y vino la dictadura y nos prohibió. Trabajamos con Chito Ceballos y libreto de Tejado Gómez, prohibieron nuestro disco y no podíamos cantar, así fue que empezamos a actuar en peñas y en fiestas de empresas y ahí no nos daba bola nadie"; dice, recordando los años más oscuros.
"Así empecé con el humor, porque eran cuarenta minutos de transpirar y nadie nos prestaba atención. Empecé a meter el humor y con eso logre que la gente se callara y escuchara. Un día teníamos que presentarnos en el Festival del Cabrito en Quilino y yo venía por el camino de Jesús María y mi compañero se fue por otro lado, creció un río y no podía pasar. Entonces le dije a nuestro representante: 'Loco vamos a tener que devolver la guita', pero él me contestó: 'Que devolver si ya me la gasté', y así me hice humorista. Jaja.La respuesta de la gente fue muy buena, pero yo tenía un susto descomunal. Miraba el reloj y me parecía que hacia una hora estaba y habían pasado cinco minutos, cuando baje me invitó el intendente a comer un cabrito y estaba tan nervioso que me chupé y descubrí que podía estar en el escenario un tiempo más. Así el Dúo Argentino, corrido también un poco por la dictadura, se fue quedando atrás y entonces seguí con el humor"; aseguró "El Negro".
Muy pocos saben que, el querido humorista, en pleno gobierno militar sufrió un simulacro de fusilamiento, así lo recordó: ”Sí, jamás lo conté. No quería que creyeran que utilizaba el tema. Yo cantaba en el Dúo Argentino. Grabamos un long play. Córdoba ardía. Hacíamos espectáculos con canciones de protesta y un espectáculo llamado Vamos a la luz, con libro de Armando Tejada Gómez. Allanaron mi casa e hicieron un simulacro de fusilamiento, porque encontraron el uniforme de un amigo que vivía conmigo. Cuando abrieron el placard había un uniforme de la aviación y me empezaron a pegar. El había hecho el servicio militar, se casó y olvidó el uniforme en casa. Los militares me llevaron a donde él vivía, rodearon la casa en un operativo. Mis libros y discos eran Pablo Milanés, Silvio Rodríguez. Escucharlos era como tener una bomba. Me salvé de milagro.
Continuando con el relato, rememoró: “Mi primer disco lo grabé en 1981. Me fueron a buscar. Yo tenía una pequeñita agencia de publicidad y fui a fiesta de LV2. Me sentaron con el gerente artístico. Me hicieron subir a contar unos chistes y me dijeron: "Te queremos contratar para un micro de humor en radio". Tenía que ser. Mirá, tengo una casa en Córdoba que se llama "El destino". Y soy un convencido que el destino es el que te dice sí o no".
Luego llegaron la radio y la televisión y más de 30 discos. "Cuando me contrató LV2 nació 'El monstruo del choripán' que fue un boom y con eso explotó todo. Llegué a la televisión con Julio Mahárbiz que me llevó para Argentinísima, donde estuve cerca de once años y después con Silvio Soldán, y después con Mesa de Noticias. Fueron años maravillosos, incluso tuve mi propio programa en ATC que se llamaba 'Hora clavo'".
“Yo creo que el humor cordobés es especial: muy naif, absurdo, delirante. He hecho humor hasta en Sidney, Melbourne, Nueva York, Los Angeles. Shows para colonias argentinas. Hacer reír no tiene explicación".
Su vida y su historia completa,aquí en Intimamente con Alejandra Rubio