Silvio Soldán el conductor record de horas en vivo de la televisión Argentina. Uno de los animadores más queridos, Ícono de locutores, sorprendió contando su extensa carrera, su dura infancia, las mujeres escándalo en su vida y el momento más duro, cuando por una de ellas terminó 61 días en cárcel de Devoto. Causa que la Justicia lo sobreseyó y fue desvinculado totalmente quedando en su historia solo como el momento más duro de su vida.
La investigación que terminó, en 2012, con el sobreseimiento total de Soldán y la condena su ex pareja, Giselle Rímolo por ejercicio ilegal de la medicina, tráfico de medicamentos peligrosos para la salud, estafas y homicidio culposo. Fue el momento más duro, para un hombre que pasó muchas privaciones y sinsabores desde su infancia, pero siempre se mantuvo recto en su camino.
“Fue el peor momento de mi vida, fue muy duro, muy duro. Si una gitana me decía un tiempo antes ‘usted va a terminar en Devoto’, hubiera dicho que estaba loca, ja ja ja. No podía haberlo imaginado nunca. Pero bueno… son cosas que pasan en la vida. y, gracias a Dios, yo tengo la rara habilidad de olvidarme de lo que no me gusta, de lo que me hace daño y de lo que me duele. Trato de olvidarlo… No recuerdo prácticamente nada de lo que pasó ahí… Pero no es motivo de preocupación, ni de recuerdo, ni de angustia, ni de nada. Ya pasó… trato de no acordarme… Lo borré todo. Eso me ayuda también a no tener odios, ni desearle mal a nadie.’’ Confesó el conductor de grandísimos éxitos como Feliz Domingo y Grandes Valores del Tango.
Soldán nació en Colonia Belgrano "un pequeño pueblito" de Santa Fe: "Cuando era chico pasé muchas necesidades, vengo de una familia absolutamente pobre. Mi papá y mi mamá trabajaban sin descanso para salir del pueblito donde nací y darme una educación. Querían que su hijo fuera algo en la vida… La pobreza que pasamos era muy dura. Mi vieja arriaba ganado, fue mucama, trabajo en una fábrica, fue costurera… Mi papá también, levantaba la cosecha en los campos, albañil…lo que podía para darnos una vida digna. Yo en el pueblo, siendo muy chico, repartía diarios, era el caramelero del cine y ayudaba a hacer helado, entre tantas otras cosas… El amor por el trabajo y las oportunidades lo heredé de ellos", contó rememorando su infancia.
“A los 10 Años un señor que hacia caricaturas, me hizo un dibujo premonitorio en mi pueblo. Me preguntó con que quería que me dibujara y yo le dije con un micrófono. El me dibujo con un smoking y un micrófono de pie. FUE PREMINITORIO”.
“Mi viejo tocaba la batería en la Banda Musical y la Orquesta de Pueblo y mi mamá cantaba las canciones de Libertad Lamarque en mi pueblo. De ahí mi veta artística”.
“En mi pueblo sólo dos familias tenían radio. Mi sueño al llegar a BSAS era conocer la escalera mecánica de Gatichavez, no entendía como una escalera podía funcionar sola. Hoy no puedo creer tener una plaqueta en mí Honor frente al Obelisco, en la esquina más importante de la ciudad”. Dijo emocionado el conductor.
Ya en Buenos Aires “casi por casualidad” comenzó su carrera de conductor. Estudió Derecho pero tuvo que abandonar la carrera por complicaciones económicas: “Cuando llegué a Bs.As yo quería ser actor. Hice teatro independiente: Las Troyanas, Obras Griegas… Comencé a estudiar, pero no tenía plata ni para las fotocopias de mi carrera de abogacía y me ofrecieron presentarme para hacer avisos como locutor, en televisión que se ganaba mucha plata y así comenzó todo".
“En mi carrera solo creen que tuve éxitos, pero fracase muchísimas veces. El día de mi primer prueba en Tv, la productora Marta Reguera me dijo: ‘Pibe dedícate a otra cosa. No servís!!!’. Pese a ese comienzo, aquí estoy".
“Después forme un dúo cómico y escribí yo mismo el guion. Nos fuimos a presentar al Teatro Nacional y Carlos.A.Petit nos dijo : ‘Ustedes son muy malos, no saben escribir…El mundo del espectáculo NO ES PARA USTEDES’ Hoy Como autor, tengo grabados más de 200 canciones propias de todos los Ritmos. Canciones Infantiles, Tangos, Baladas, Vals, Milongas…Hasta Villancicos”.
Refiriéndose al secreto de éxito asegura: “Cuando me preguntan mi secreto o la formula, solo les digo: Si estas convencido de lo que haces, INSISTI. Esa fue mi formula. Insistir, insistir, y nunca desanimarme aunque el resultado no fuera bueno”.
Realizó una larga y prolifera carrera. Su gran salto a la popularidad – ya era famoso- fue como conductor del programa Grandes valores del tango y Feliz Domingo, programa que, hasta antes de la pandemia, llevaba con su animación por todo el país a distintas fiestas privadas. Obtuvo numerosos reconocimientos y premios nacionales e internacionales, 5 Martín Fierro, un Diploma al Mérito de la Fundación Konex. Tiene una Plaza con su nombre en Pálpala y una esquina en el Obelisco, pleno corazón de BsAs, dedicada en su honor. Pero su vida sentimental le trajo más complicaciones y sinsabores que la artística.
Luego de varios amores sin escándalos, conoció a Silvia Süller en Grandes Valores del Tango y con ella tuvo un hijo, lo mejor que le pasó en la vida. Aunque evita hablar del tema, asegura: “Fue una persona muy importante para mí, fundamentalmente porque me dio un hijo maravilloso, con quien tengo una relación hermosa. Silvia fue importante, por supuesto, como fueron importantes la mayoría de las mujeres que estuvieron a mi lado, con mayor o menor intensidad. Siempre me preguntan si volvería… a lo que contesto: ‘Recomponer la relación de ninguna manera, los cristales que se rompen no se pueden arreglar.’ clarito, no?”.
Tiempo después, separado de Süller, conoció a Giselle Rímolo. Esta otra "rubia escandalosa" que le dio el peor dolor de cabeza. Debido al caso en donde se descubrió que ella ejercía la medicina sin título, él pasó 61 días detenido en una cárcel común. Finalmente, la Justicia lo sobreseyó y fue desvinculado totalmente de la investigación que terminó, con la condena su ex pareja, a quien el Tribunal Oral Criminal N°7 le dictó una sentencia de nueve años de prisión y aun hoy, tras un fallo de la Corte Suprema, sigue alojada en el pabellón Prisma del programa de atención a la salud mental de la cárcel de Ezeiza.
Recordando sus días en “el country” – como el llama al penal de Devoto- asegura: “Me sirvió para entender a la gente, para perdonar. Uno empieza a pensar distinto con el paso de los años. Y después de pasar por esa situación, mucho más todavía y aprendés a valorar más a la gente. El torbellino de la vida, el éxito y los agasajos te hacen olvidar muchas cosas, y después empezás a reconocer qué es lo bueno y qué es lo malo”.
Si en la vida podría tener odio y rencor hacia una persona, sería a ella. Al ser consultado si Rimolo fue un error un su vida, el conductor afirmó: “Sí, fue un error, pero ya pasó. También viví buenos momentos .Yo soy un tipo sin odio y sin rencor. Deseo que a todo el mundo le vaya bien. Incluso a estas dos mujeres. No me afecta todo lo que me hicieron, o lo que me pasó como haber estado 61 días en un ‘country de villa devoto’. Que Dios las proteja y a mí no me desampare. Lo que pasó, pasó; el pasado no se puede modificar y uno tiene que aceptarlo y digerirlo. Y ya está digerido… será que cuando uno va madurando se da cuenta que el rencor y el odio no sirve para nada. Yo me siento muy bien y eso es por no ser rencoroso”.
Haciendo un balance de su vida asegura que es hartamente positivo:” Siento el cariño de la gente en la calle. Mi vida está llena de elogios. La gente te ayuda a vivir feliz con su reconocimiento. No se puede volver atrás el almanaque. Lo pasado, pisado. Te vino bien, fantástico; te vino mal, paciencia. Lo importante es que el balance sea positivo”.
Su vida y su historia completa, aquí en Íntimamente con Alejandra Rubio