El docente nacido en La Falda, Córdoba, hizo referencia a su pasado en la pobreza, su familia y sobre como tuvo que adentrarse en el mundo laboral: "Nací en La Falda, Córdoba. Un día vimos a mi papá en otra relación y nos fuimos a Buenos Aires con mi madre. Vivíamos en un terreno baldío que estaba comprando mi abuela en cuotas, sin agua, sin electricidad, sin nada. Mi padre se borró olímpicamente. Mi abuela Raquel trabajaba de mucama en el Hospital de San Isidro. Un día yendo a trabajar, un borracho la atropelló y la mató. Yo tenía 8 años en ese momento, a los 9 empecé a trabajar".
Hizo referencia a la educación en la Universidad de Oxford, que es donde actualmente enseña: "Oxford es una de las mejores universidades del Mundo. Aquí llevo veintipico de años como profesor y estudié 3 carreras. Soy educador de educadores. Todo aquel que quiere dar clases debe tener un diploma de cómo enseñar" y comparó el sistema de enseñanza con el de la Argentina: "Los profesores van a tener que aprender a motivar a los alumnos. Lo primero que hago yo al observarlos dar clases es correrles el escritorio y sacarles la silla. No puede ser que un profesor o profesora esté sentado. No hay pretextos para no estudiar. Hay que estudiar por el saber, porque el saber te abre puertas. No hay que estudiar para pasar exámenes".
Se adentró un poco a la política y sindicatos de la Argentina: "La edad jubilatoria va a haber que bajarla y lo único que va a prevalecer es la sociabilización. Acumular va a perder peso. El futuro es increíble. Respeto mucho a los sindicalistas, pero tienen que adaptarse y defender al empleado en vez de defender al empleo".
Por último, dejó un par de consejos y vivencias de su pasado: "Es importante que siempre estemos atentos a la cantidad de milagros y cosas lindas que pasan alrededor nuestro. Yo siempre estaba atento a las oportunidades. Empecé a juntar dinero con la obsesión de viajar. Y así empecé. Así fui a Israel a donde llegué con 50 dólares. Limpiaba gallineros, cosechaba palta y trenzaba el pan a mano. De ahí fui a Tel Aviv, al Sheraton a pedir trabajo. Hoy tengo la vida que quiero, pero siempre quiero cosas diferentes, ayudar a alguien, prestar mi tiempo, mi oído. Yo no creo que soy un tipo exitoso, pero sí que pude cumplir mi sueño".