El escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), conocido como el “coima gate”, puso en el centro de la escena a Jonathan Kovalivker, presidente de la droguería Suizo Argentina. El empresario, que se presentó en Comodoro Py y entregó su celular a la Justicia, vive rodeado de lujos y excentricidades, financiados en parte por millonarios contratos con el Estado que crecieron de $3.898 millones en 2024 a $108.299 millones en 2025.
Kovalivker, junto a su padre Eduardo y su hermano Emmanuel, maneja un holding familiar que abarca la logística farmacéutica (Log In Farma), una concesionaria de autos de alta gama (Il Cavallino), una constructora y hasta una empresa de eventos. En paralelo, ostentan una colección de Ferraris y Porsches, mansiones en Nordelta y una chacra en Punta del Este.
La investigación judicial se disparó tras la filtración de audios del exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, donde se mencionan coimas vinculadas a la droguería. En los allanamientos realizados en Nordelta, se encontraron U$S 266.000 y $7 millones en efectivo en la casa de Emmanuel Kovalivker. Jonathan, por su parte, no estaba en su domicilio y los investigadores constataron que había vaciado recientemente una caja de seguridad.
Hoy, el empresario enfrenta cargos por estafa, asociación ilícita y cohecho, en una causa que ya puso bajo la lupa no solo a la familia Kovalivker, sino también a los vínculos entre el poder político y el crecimiento exponencial de sus negocios con el Estado.