El reconocido locutor contó, en dialogo con Vale Doble, cómo lleva la cuarenta, “lo llevo informándome, viniendo a la radio que es muy importante, haciendo una caminata diaria de 45 minutos, haciendo mucha gimnasia, mente sana, cuerpo sano”.
Juan Alberto Mateyko reveló que el aislamiento le ha servido para embarcarse en un camino espiritual, “un día recibí el llamado de mi hija que está en Barcelona y me dijo: ‘papá este es un momento difícil, es un momento que te va a dar la posibilidad de encontrarte a vos mismo, de buscarte un poquito más y fundamentalmente de disfrutar de las pequeñas cosas’. Ella que me conoce, vio cómo he trabajado siempre intensamente y tal vez no lo he disfrutado tanto pero ahora este tiempo, que por otro lado es penoso y lamentable, no solo le hice caso sino que yo mismo pensé, razoné, me serené, reflexioné y empecé por la casa, por ordenar el departamento y después me empecé a ordenar yo”.
Y agregó: “primero tenía que arreglar el presente, y el presente era disfrutar de eso, disfrutar de un balcón que tengo que mira hacia las montañas, hacia el cerro, que tiene una parrilla, y fundamentalmente sacar todo aquello que ya no me servía, yo venía acumulando, ordenar mi mente”.
El conductor de “La Movida de la Noche” por Radio Mitre Córdoba relató cómo fueron sus comienzos en dicha radio y recordó grandes momentos de su carrera, “el primer ciclo fue durante el verano y la verdad hice un trabajo fantástico, duró dos meses ese ciclo y me gustó muchísimo lo que viví, la repercusión de la gente, Córdoba es una plaza fantástica, ocupé un lugar donde la unidad móvil de exteriores de Radio Mitre por primera vez en la historia se instala dos meses en Villa Carlos Paz. Yo habré pasado por todas las radios de Buenos Aires menos Mitre, Rivadavia fue en la década del 90, ahí hice un ciclo que me dejó muchísimas satisfacciones.”
En ese sentido se refirió a los profesionales que han pasado por Radio Rivadavia y han marcado su carrera, “yo no me olvido de cuando escuchaba a Fontana, que es mi ídolo, es mi maestro, por él soy locutor, y cuando terminó el Fontana Show entró Rapidísimo con Héctor Larrea que arrasaba en mediciones, después venía Antonio Carrizo con La Vida y El Tanto, después La Oral Deportiva con José María Muñoz, yo supe ir a Rivadavia a la noche a acompañar a Juan Alberto Badia, por ejemplo, para mi es estar rodeado de duendes que han marcado y siguen marcando un hito en la radio argentina.”
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