Willy Lemos
“Mi padre, mi abusador”
Es una artista singular, que rechaza todo tipo de etiquetas. Para él o para ella, un artista tiene que servir para abrir cabezas y caminos.
En una charla sin filtros con Clandestina, Willy cuenta lo triste de una infancia llena de abusos por su propio padre, un hombre de clase alta que supo ser el primer importador del país en los años 60, desmitificando el falso concepto de que los abusos intrafamiliares solo se dan en el seno de familias pobres o sin educación.
Una vida de lucha y remo, que invita a la militancia del derecho a ser feliz.
Un gran susto de salud en plena pandemia lo incentivó a filmar el documental autobiográfico: Las mil y una Lemos.
La sexualidad y el amor luego de los abusos. La terapia como parte de reparación personal y la importancia de poder hablar.
Desde su experiencia siente que puede ayudar a muchos chicos a recuperar la integridad moral y física perdida y afirma emocionado: “Es importante que los niños sepan que tienen derecho a ser felices y lo más importante es que pueden serlo”.
Radiografía de un alma de mil personajes, reparada y humanizada.
