Como la CGT, Roberto Baradel, se despertó luego de cinco años y amenazó con no empezar las clases. El dirigente kirchnerista salió a desafiar al gobierno y no registra que donde no tienen tolerancia los paros docentes es en la sociedad.
Sin duda que es justo pedir un incremento salarial en medio de la inflación más alta del mundo. Pero no pueden ser los chicos los que queden como rehenes del conflicto. Tiene que haber otra forma y deberían ser los propios docentes los que la busquen y así tendrían incluso el apoyo de los padres a la hora de reclamar por sus haberes.
De otro modo es urgente que se declare a la educación como servicio esencial.
Basta recordar que los problemas de inflación no son nuevos pero los gremios docentes parece que solo hacen paro cuando no gobierna el kirchnerismo y eso les quita aún más la legitimidad.
Venimos de una catástrofe educativa que profundizó la pandemia y vimos docentes que militaban el cierre de escuelas también por motivos políticos.
Argentina tuvo uno de los cierres más extensos y eso sobre todo afectó a los alumnos de menores recursos. En esa época se escuchó barbaridades para justificar el cierre escolar que sólo tenía de fondo la pelea política de la Nación con la ciudad. El presidente Alberto Fernández llegó a culpar a los chicos discapacitados o a decir que los alumnos se cambiaban el barbijo en el recreo.
La Ctera está reclamando al gobierno nacional que cumpla con las transferencias a las provincias correspondientes a la ley de financiamiento educativo y al llamado Fonid que es el Fondo Compensador de Desigualdades Salariales. Si la Nación está incumpliendo con la ley sin duda deben exigirlo, denunciarlo, y hasta acudir a la justicia.
Los gremios docentes afirman que no hay ajuste salarial desde noviembre y piden que se reabran paritarias. Todos sabemos que hubo una tremenda escalada inflacionaria en estos meses y que resulta más que lógico el pedido. El gobierno nacional aseguró de hecho que está trabajando en una propuesta superadora. Lo que inédito es que antes de saber qué les van a proponer ya den como un hecho que no se inician las clases y que el paro está prácticamente decidido.
Adivinen a qué gobierno rescató de sus críticas Roberto Baradel. No es muy difícil, al de Kicillof. Diciendo que la provincia había absorbido el fondo de incentivo docente mientras la Nación según dijo “daña a los bonaerenses”.
¿Ustedes creen que no daña a los chicos robarles días de clases? Claro que los daña. Aun siendo ciertas las afirmaciones de Baradel, un daño no se calma con otro daño. Como si viniéramos de cuatro años paradisíacos además. Y ahí está el problema. No se trata de los chicos, hacen política con los chicos.
¿Saben cuál fue la última vez que los maestros hicieron paro en un comienzo de clases? Sí. En el gobierno de Macri.
No dañan a Milei, dañan a los chicos si no empiezan las clases. Van a tener a la sociedad de su lado si a un justo pedido no le suman una injusta forma de protesta. Argentina está en emergencia educativa y no hace falta ni repasar los pésimos indicadores. No hay más margen para que los chicos pierdan ni un solo día de clases. No es por ahí.
