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Viernes, 09 Febrero 2024 13:39

"Cristina y Mercado Libre: el último acto de hipocresía de la señora"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

La gran arquitecta de los mercados regulados comprando acciones de Mercado Libre. La última contradicción de Cristina Kirchner revela una vez más la farsa de su relato ideológico que siempre fue muy evidente, aunque sus fanáticos no la quisieran ver. Nunca en veinte años ocultó su Rolex Diamante o sus carteras Hermes aunque se fuera del poder dejando a la Argentina convertida en La Salada. Ella dejó deudas millonarias por usar los aviones de YPF con plata del estado mientras la ciudadanía está tan pobre que no puede pagar el valor real del colectivo.

Si algo intentó borrar del mapa Cristina a lo largo de sus mandatos fueron los mercados libres. Y también lo intentó con la firma del mismo nombre, Mercado Libre, cuyo dueño sufrió bloqueos mafiosos y hostigamiento incluso luego de salir eyectado hacia Uruguay. No es una exageración: el único mercado libre que había dejado el kirchnerismo era el de la delincuencia.

Esta semana se conoció la declaración jurada de la ex presidenta. Según se reveló en el programa de Alfredo Leuco en La Nación Más, Cristina Kirchner casi duplicó su patrimonio total alcanzando casi 250 millones de pesos. Aunque eso ya no es lo que llama la atención. Esta vez, la sorpresa vino por el lado de inversiones realizadas en el mes de octubre que curiosamente corresponden por un lado a la compra de acciones de varias empresas norteamericanas como Coca Cola, Apple y Microsoft. Ya sabemos que el progresismo imaginario siempre elogia Cuba y Venezuela pero nunca se van a vivir ahí. Con las acciones pasa lo mismo. Cristina no compró acciones de la petrolera venezolana Pedevesa sino de verdaderas naves insignes de los Estados Unidos. Crítica permanente del “país del Norte” como ella lo llama, cuando se trata de dólares, a Cristina le gustan tanto como a todos nosotros. Es más, quizás el cepo es porque los quería todos para ella.

Pero tampoco fue esto lo que generó más asombro, sino una de sus inversiones argentinas: ni más ni menos que en acciones de la empresa de Marcos Galperin. Cristina Kirchner compró 1667 valores de Meli como se conoce al gigante del e commerce en la bolsa, a un precio de 23.858 pesos cada una por una total de casi 40 millones, es decir, unos 35 mil dólares a la cotización blue.

La noticia generó la inmediata reacción del propio Marcos Galperin quien posteó en su cuenta de X, antes Twitter, “Con la de ellos son capitalistas. El socialismo es siempre con la “tuuuuuuya contribuyeeente”. Conocido por no tener pelos en la lengua, puso el dedo en la llaga de un modelo que con el discurso de la distribución sólo distribuyó pobreza. El kirchnerismo, en su cuarto gobierno, dejó al país con casi la mitad de la población sumida en la pobreza, y en las puertas de la hiperinflación. La defensa a ultranza del intervencionismo puso como pantalla el discurso del estado presente pero siempre fue en realidad la coartada perfecta para hacer negocios en su capitalismo de amigos y cuadernos. No es casualidad que a los Kirchner se les haga difícil explicar cómo hicieron el dinero. Y es a la luz de todas estas cuestiones, que la compra de acciones de Mercado Libre, es el último acto de un striptease que la realidad se encargó de desnudar al paso de la decadencia en que quedó atrapada la Argentina.

En el fondo, los Kirchner nunca detestaron grandes empresas como Clarin o Mercado Libre. Les hicieron la guerra porque las querían para ellos, no sólo por las ganancias sino por todo el poder que imponen como líderes de su tiempo. A ambos los bloquearon, los declararon enemigos, los quisieron emular, los quisieron quebrar con legislaciones o impuestos, y les enviaron sus jaurías de odiadores a las redes sociales.

Cristina ya tuvo otros grandes momentos de hipocresía económica. Pasó de llamar abuelito amarrete por cadena nacional a un hombre que quería comprar unos dólares para su nieto mientras ella llenaba las cajas de sus hijos con millones de verdes y mandó a sus ministros a pesificar ahorros para luego declarar que ella los había pasado a dólares cuando gobernaba Macri.

En su última contradicción, comprando acciones de Mercado Libre, la ex presidenta no sólo vuelve a revelarse como realmente es: la transacción es también la admisión de un fracaso. El éxito es todo de Mercado Libre que casi duplicó su valor en el Nasdaq y este año seguiría con la misma tendencia.