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Miércoles, 12 Julio 2023 17:03

El Senado sólo sesionó dos veces y las dos para el plan impunidad de Cristina

Hoy una vez más quedó claro el único plan invariable y permanente que tuvo el gobierno del Frente de Todos. No fue ni bajar la inflación, ni combatir el delito, que son dos temas que le importan y mucho a los argentinos. El único plan certero fue la impunidad de Cristina Kirchner.

Es un escándalo que hayan llamado a sesionar al Senado apenas por segunda vez en el año como si no hubiera temas urgentes, o como si no le costara fortunas al erario público sólo para mantener en su sillón a una jueza que necesita la vicepresidenta en sus causas de corrupción.

Pero, curiosamente, esta sesión, que mostraba hasta qué punto en forma desembozada la vicepresidenta usa las instituciones como si fueran la extensión de su bufete de abogados, terminó llevándola a un límite claro de su poder. No le alcanzaron los números y los aliados de antes le dieron la espalda ahora. Y la sesión se cayó dejando en evidencia lo que ya muestra el hecho de que Cristina no haya sido candidata: la decadencia de su poder.

Cuando ya fracasaba la sesión el senador kirchnerista José Mayans llamó a la oposición a cumplir con su rol institucional porque no se puede paralizar el congreso, como si no fuera su jefa quien intentó poner el Congreso al servicio de sus problemas judiciales. Hoy se trataba una lista de 75 funcionarios judiciales designados por el Poder Ejecutivo, pero era el último día de plazo para prorrogar en su cargo a la camarista preferida de Cristina.

La jueza Ana Maria Figueroa no sólo viene retrasando todos los plazos judiciales para definir si la vicepresidenta deberá volver a juicio oral en el caso Hotesur Los Sauces por lavado de activos, en el que increíblemente fue absuelta sin proceso, en un trámite express que desnaturaliza toda idea de justicia. Lo mismo pasa con el llamado Pacto con Iran que es ni más ni menos que la denuncia del fiscal Alberto Nisman luego de la cual apareció sin vida en su departamento. En ambas causas Cristina Fernandez obtuvo el sobreseimiento sin juicio.

En Hotesur, caso en el que también están involucrados los hijos de la vicepresidenta, el fiscal Mario Villar reclamó revocar los sobreseimientos por falta de fundamentos y advirtió que son hechos muy graves y que la fiscalía se vio privada de representar a la sociedad. En el caso del Pacto con Iran en cambio, el fiscal Javier de Luca de la agrupación Justicia Legítima ni siquiera mantuvo la apelación.

En ambos casos ya se realizaron las audiencias en diciembre pasado pero la jueza Figueroa demoró sus fallos más allá de los plazos establecidos. Ahora como no obtuvo acuerdo en el Senado para prorrogar su mandato por cinco años, el 9 de Agosto, día de su cumpleaños número 75, alcanzará la edad máxima que fija la Constitución Nacional para ser jueza y todo ese proceso de audiencias deberá volver a realizarse. Sólo restan 10 días hábiles con la feria judicial de por medio, para que esta fecha de caducidad ocurra, y por eso hoy, el oficialismo, urgido, llamó a esta Sesión especial. 

Los dos días que sesionó el Senado este año tuvo este tema entre sus asuntos. El congreso nos cuesta a los argentinos la friolera de 133.232,603 millones de pesos. ¿En qué trabajo alguien puede ir sólo dos veces en el año a hacer lo que le corresponde? ¿Y qué decir si las dos veces que sesionaron fue para ser una extensión de la defensa de una vicepresidenta condenada por corrupción que en la cara de los argentinos usa la casa de la democracia para intentar zafar de sus otros procesos? Mayans tiene razón, el Senado está paralizado para los temas del país, pero abre para los temas de Cristina.

Eso pasa hoy en la Argentina. Y aunque la sesión haya caído, al no obtener quorum de la  oposición, ni de sus otrora aliados del peronismo disidente, los motivos de esta convocatoria explican una concepción del poder donde se mueven como si el estado y sus instituciones les pertenecieran.

¿Cuál fue la agenda de Cristina en la Cámara Alta? Su guerra contra la justicia: la reforma judicial, la ampliación de la Corte, la reforma del Ministerio Público Fiscal y la nueva ley del Consejo de la Magistratura. Sin ponerse colorados convirtieron a la Cámara Alta en la Cámara de destrucción de la república porque de ahí salieron la mayoría de los embates contra la división de poderes que manda la Constitución. Y aunque no hayan tenido éxito porque al oficialismo no le dan los números, son un recordatorio suficiente de lo que haría el kirchnerismo si mantienen el poder. No importa el candidato de cartón con el que intenten cazar bobos en las elecciones:  van por la república y sus instituciones ayer, hoy, y si pueden también mañana. Para eso se aseguró Cristina Kirchner casi todos los lugares en las listas para las próximas elecciones.  

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