Javier Milei pelea con su lado oscuro. Su lado oscuro es la influencia que tuvo Sergio Massa en sus inicios políticos y el temor reverencial que eso a veces le provoca. Ya no es un secreto que Sergio Massa apoyó a Milei con recursos para lograr que La Libertad Avanza creciera y dividiera a la oposición. El primero en contarlo hace ya más de un año fue el publicista Ramiro Agulla.
Recientemente, el resbaladizo Carlos Maslatón que solía ser aliado de Milei, sorprendió blanqueando su voto a Massa. ¿No era liberal Maslatón? Él mismo reveló, no con inocencia, que Massa financió a Milei. Lo hizo al mismo tiempo que acompañaba a Massa en el debate, y que Massa tocaba a su contrincante con la mancha venenosa recordándole lo bien que se llevaban en el Congreso y cuando iban a las oficinas del Frente Renovador junto al economista Diego Giacomini
Sin embargo Giacomini acusó a Massa de mentir. Refirió en cambio que sólo acompañaron a Guillermo Nielsen a una cena en Marinas de Tigre, en la que estaba Massa de la que reveló algo no sin cierta maldad: “Ahí vimos cómo Malena lo mandoneaba y todos lo cargaban de pollerudo”.
Las referencias de Massa no fueron inocente. Él no sólo se sabe como una suerte de pecado original de Milei sino que produce en Javier una especie de extorsión moral porque todo el tiempo puede usar esa información en su contra. En el debate ni siquiera disimuló su intención de quebrarlo psicológicamente, hasta usando el carpetazo de su pasantía en el Banco Central.
Massa actuó como alguien seguro de que el otro no se animaría a atacarlo. Buscó que, acorralado, Milei reaccionara con furia. Pero eso no pasó.
Sin embargo, el recato no alcanzó para evitar una especulación. ¿Y si en realidad Milei estaba siendo funcional a Massa? ¿Puede haber un pacto entre ellos? ¿O puede querer Milei no ganar la elección?
Una persona muy cercana a Javier Milei que estuvo cerca tanto de él como de su hermana, refirió que el día del debate “tanto Karina como los equipos estaban a full, y absolutamente nada le inspiraba que Javier no quisiera ganar”. Pero que además eso era “algo que tenía de boca del propio Milei”. La fuente estaba segura de que el candidato por algún motivo “habrá creído que hacer lo que hizo estaba bien.” ¿Cabe la posibilidad de que Milei previendo un carpetazo mucho más agresivo haya retaceado los embates ante la exposición que implicaba el debate?
Para entender hasta qué punto este vínculo es complejo resulta vital explorar otra relación cultivada casi en paralelo por Javier Milei con un actor vital de la política argentina. El ex presidente Mauricio Macri. ¿Alguien puede creer que Macri sería tan ingenuo de asociarse con un aliado de Massa que es su adversario político?
Consultado en privado por la relación Milei-Massa el ex presidente agrega otros datos a la historia que hacen pensar que los acercamientos con Massa y Macri fueron ocurriendo en paralelo. Afirma que, en enero de 2022, el propio Javier Milei lo contactó para proponerle una fórmula conjunta. “Me propuso hacer una formula conjunta y un espacio nuevo. Y ahí Patricia lo propuso y las palomas dijeron no”, agrega en referencia al bloqueo de Larreta, Morales y Carrió que se materializó en un comunicado. Entonces no había trascendido públicamente la propuesta de Milei. Pero a partir de ahí quedó cerrado cualquier acuerdo del libertario con Juntos por el Cambio. Algo que Massa supo aprovechar muy bien.
¿Qué dice Macri sobre la influencia de Massa en Milei? Macri admite que Massa buscó enredar a Milei: que lo sedujo y le mandó emisarios a través de quienes les decía que él también era liberal y que le ofrecían plata. Y que de esa manera le fue chupando sectores. Son esos sectores que parecieron rebelarse por el acuerdo con Macri armando revuelo en el espacio y transmitiendo una suerte de desestabilización con comunicados luego desmentidos.
Pero hubo un día fundamental sobre esta trama de poliamor político entre Massa y Milei. Fueron 24 horas durante las cuales Milei supo que debía tomar una decisión. Y fue el día después de la primera vuelta en las elecciones. ¿Intentó Massa cuál vernáculo Dr Frankenstein eliminar a su criatura luego de haberla usado? En las horas posteriores a la primera vuelta, en las que paradójicamente se negociaba que Leandro Santoro se bajara del ballotage porteño, hubo una campaña fenomenal de presión mediática para que Javier Milei se bajara de la segunda vuelta. Llegó a viralizarse un curioso video en el que quien se lo pedía de forma sugerente era el periodista Jorge Rial
Todo esto ocurría al mismo tiempo en que Javier Milei negociaba reservadamente con Patricia Bullrich, -con el apoyo de Mauricio Macri-, para recibir el apoyo público de la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio. El timing de esa alianza en ciernes fue tan fulminante que no sólo evitó que el ala Morales-Lousteau-Yacobitti inclinara al partido opositor hacia Massa sino que obligó a Milei a optar. Y a la hora de optar, no optó por Massa que le mandaba mensajes para bajarse sino por Macri, el garante de los votos para el triunfo y de la futura gobernabilidad.
Durante los días que siguieron a la primera vuelta, los rumores de campaña sucia sobre Milei arreciaban. Finalmente, no se conoció ningún video sexual como el que amenazaban por lo bajo, y la prueba de que Massa supo que Milei iba a dar pelea es la millonaria inversión en campaña sucia que se orquestó con el equipo brasilero. Según una fuente, el costo de la campaña sucia alcanzaría los 8 millones de dólares.
¿Hubo en el debate un combate silencioso entre viejos amigos ahora convertidos en encarnizados enemigos donde uno buscó quebrar psicológicamente al otro? Ya había trascendido que Massa había incorporado hasta psicólogos a su equipo de preparación para el debate con el fin de lograr que Milei se sacara. El no lograrlo fue visto como una falla en una estrategia demoledora. La performance conservadora de Milei que erró inexplicablemente todos los tiros de penal al no entrarle a Massa por su fracaso económico abrió las dudas sobre si realmente quiere ganar. La pregunta que cabe hacerse es si jugó en Milei una especie de temor reverencial ante alguien que constituía una amenaza porque esencialmente es alguien de quien decidió divorciarse.
Es curioso lo que explica el politólogo Luis Tonelli que vió a Massa agresivo y a Milei descafeinado en el debate. Dice que los votos de Milei socavaron tanto a la base peronista como a la base opositora. Son votos muy similares a los del Massa del 2015. Eso también explica sus coqueteos simultáneos entre Massa y Macri.
Ahora que su rival es Sergio Massa, el libertario, si quiere ganar no tiene otra opción que fidelizar a los votos antiperonistas. Por eso es que Massa busca exponer su vínculo con Milei. Para quitarle credibilidad entre los votantes opositores que ante todo quieren deshacerse del kirchnerismo.
De lo que pocos hablan en medio de la descarnada pelea por el poder es de la renovación generacional que implica la irrupción de Javier Milei, ya no por sus porosidades con el peronismo o el antiperonismo sino por su verdadera base de sustanciación que son los jóvenes. El 40% del electorado tiene menos de 35 años y la gran mayoría vota a Milei, incluso en sectores muy pobres, como es el caso de Frankito de Jose C Paz que hizo un video mostrando el precario calefón con el que se baña.
Si el libertario gana, nada en la política será como era. Se acelerará una renovación generacional como no ocurrió en 2001 a fuerza del fracaso de los principales partidos políticos para sacar a la Argentina de la crisis de 2001 en adelante. De ese tiempo 16 años gobernó el peronismo. Muchos dicen que Milei es antisistema. El contradice esa acusación afirmando que en realidad es anticasta, no antisistema. Así, su triunfo sería un Que se vayan todos, dentro del sistema. Antes no sólo deberá vencer a Massa, sino también a su lado oscuro. Sólo él sabe que hay en ese territorio desconocido donde su breve pasado político incluye a Massa.
