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Lunes, 13 Noviembre 2023 14:30

"¿Quién da más miedo después del debate? ¿Milei o Massa?"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

Sergio Massa ganó el debate, pero ¿ganó a los votantes que necesita?

Cumplió como un destructor con su estrategia del miedo contra Milei, poniéndolo a la defensiva, pero ¿no terminó dando miedo él? 
Massa desplegó no sólo ante Milei sino ante todos los argentinos su capacidad aterradora de manipulación para negar la realidad en nuestra cara, y asustar con fantasmas mientras no daba explicación de los problemas concretos que se viven todos los días bajo el gobierno del que es la figura central. 
Hoy se sabe que además contó con una maquinaria digital impresionante y carísima que alimentaba esos fantasmas cada vez que alguien le hacía caso e iba a revisar a Google. La plataforma mostraba en su indexación de temas links de sitios pagos por el oficialismo para darle la razón al ministro candidato con información negativa sobre el libertario. 
Cuando terminó el debate seguimos sin saber cómo demonios el ministro de la mega inflación va a solucionar el problema más importante que padecen los argentinos y que los empobrece minuto a minuto, que es precisamente la suba de precios. Hoy se va a conocer la última medición antes de las elecciones y pondrá una nota en la que no gana nadie. Al menos no ganamos los ciudadanos.   
Como claramente se necesitan dos para el tango es muy llamativo que Javier Milei no haya sacado ventaja del desastre económico que provocó este gobierno y que ejecuta Massa. Algunos afirman que estaba más concentrado en “no sacarse”. Y ciertamente Massa logró ponerlo a la defensiva dando explicaciones sobre cuestiones hipotéticas con las que supo entramparlo. Pero Milei tenía todo no sólo para defenderse sino para ejecutar una ofensiva fulminante y no lo hizo. Más allá de decirle Pinocho y rey de la casta, no logró incomodar a un Massa acorazado. Sin embargo, eso mismo que lo volvió inconmovible revistió a Milei de un estilo mucho más auténtico, hasta por sus nervios, y paradójicamente menos temible. ¿Quién da más miedo después del debate de anoche? ¿Milei o Massa?
Por lo demás, el debate estuvo precedido de variadas manifestaciones públicas que señalan a Milei como un peligro para la democracia. Está claro que, para parte del país, que vive del populismo k, las medidas de corte liberal son el cuco, por lo mismo que el cuco son ellos para los que tienen que bancarles la fiesta. Lo que resulta llamativo es que los mismos que señalan a Milei desde estrados institucionales no hagan las mismas advertencias con el espionaje ilegal que es violatorio del estado de derecho hoy y con el ataque sistemático a la justicia para quebrar la división de poderes y obtener impunidad. ¿En serio que eso no es un peligro para la democracia hoy mismo? Es espantoso que Milei tenga un discurso parecido al de Massera sobre los 70 pero eso no hace que todo lo mencionado antes no sea peligroso.
Como un gran simulador Sergio Massa no sólo entrampó a la oposición promoviendo la cuña que la dividiría, sino que arrinconó a su oponente en el último debate, sacando de la discusión la agenda del presente. Hay que decir que lo hizo de maravillas, lástima que hoy al salir a la calle la realidad les recordó a todos los argentinos que el país en el que gobierna Massa es una sucesión de calamidades. Y que no dejó claro cómo el autor de este desastre podrá ser el autor de la solución. Quizás ese fue su mayor logro, intentar esconder el presente por un par de horas de alto rating. Pero el presente no se esconde: está en el precio de los alimentos, en el ajuste permanente que vive cada familia, con una inflación que se encarga minuto a minuto de que no la olvidemos. Más presente no se consigue. 
Cuando Massa buscó decir que Milei era agresivo quizás no advirtió que la agresividad era toda suya. Que él mismo fue a pelear con el miedo que construyó más que con quien realmente tenía adelante. 
Sin ser dueño de la estrategia Javier Milei no fue el terror que Massa esperaba. 
Pero considerando que a esta altura lo que está en juego son votos mayoritariamente de la oposición, y aunque él diga que acá no se trata de Macri o Cristina, lo que más hizo recordar Sergio Massa, es que es perfectamente fiel a esa escuela: donde ni se asume ni se muestra arrepentimiento de los desastres que se produce. 
Y sí. Sí se trata de Cristina. Las listas de Massa están pobladas por el kirchnerismo y de hecho el primer candidato en la provincia de la que mayoritariamente depende su resultado es ni mas ni menos que su hijo. Y sí se trata de Macri. Porque precisamente son votos del espacio que Macri representa los que están vacantes y los que luego de la alianza de Milei con un sector de Juntos por el Cambio se trasladaron masivamente al libertario. ¿Quién de esos no siente hoy, que Massa le da un miedo bárbaro? 
Cosa jodida el miedo: es lo más parecido a un boomerang cuando con la misma fuerza vuelve directo al que lo produce. 
Los juegos del miedo tendrán su capítulo final el próximo domingo: ojalá haya a pesar de todo, alguna hendija para la esperanza.