Según explicó la firma, durante el primer semestre obtuvo una ganancia neta de 608 millones de pesos, que representa “una fuerte caída del 58%” con relación al primer semestre del año pasado.
La caída de casi 60% en sus ganancias equivale a 826 millones de pesos menos con relación a los 1.433 millones del mismo lapso de 2019. Esto se dio, según la empresa, “en un contexto signado por dificultades operativas producto de la pandemia de Covid 19 y de aumentos persistentes en los costos que no han podido ser trasladados a los precios de los productos”.
Lo llamativo es que Molinos cerró los primeros seis meses de este año con un aumento del 10,4% en sus ventas: alcanzaron 21.237 millones de pesos contra los 19.205 millones del primer semestre del año pasado. Es decir, vendió más pero ganó menos.
Esto se puede explicar por los mencionados aumentos de costos que no pudieron ser trasladados a precios como consecuencia del congelamiento que dispuso el Gobierno sobre un amplio abanico de productos de primera necesidad.