En diálogo con el programa de radio de Bichos de Campo en Radio Rivadavia, el empresario agropecuario recordó que en aquel momento invirtieron 15 millones de dólares para ingresar a la producción de ese derivado de la soja, convencidos de que los estímulos iban a durar tanto como definía la ley. Pero no, es Argentina. “Llevamos cuatro meses en los que el sector está completamente parado. Hoy no se está cortando el gasoil con biodiesel en la Argentina”, dice Lorda.
Las causas de esta crisis que tiene en vilo al sector productivo son conocidas. Durante el gobierno de Cambiemos la secretaría de Energía empezó con el manoseo de los precios del biodiésel y el bioteanol (derivado del maíz y la caña de azúcar) para el corte obligatorio, que luego empeoró con el cambio de gobierno y el ascenso al poder de Alberto Fernández. Desde diciembre pasado hubo una sola actualización de los valores y fue muy escasa como para compensar a quienes transforman cultivos en biocombustible. Por eso la mayoría decidió apagar los motores hasta que aclaren las cosas. Evitan así perder más plata.
“En octubre se publicó un precio que está muy por debajo de los costos variables, con lo cual el sector está paralizado”, definió Lorda.
Si este grupo de productores de energías renovables pierde dinero, hay alguien que gana: las petroleras que refinan hidrocarburos y venden naftas y gasoil se evitan tener que comprar el biodiésel o el bioetanol para cumplir con el corte obligatorio. “Hemos mantenido reuniones con el gobierno, pero siempre notamos que se protege mucho al sector petrolero, al que se le ha llegado a poner incluso durante la crisis (por la pandemia) un barril criollo, para sostener los precios. Peor en nuestro caso hemos sido relegados”, se lamentó el vicepresidente de Enresa.