“En Chaco hay 4 mil focos de incendios activos, según un relevamiento del gobierno de la provincia, y 34.000 hectáreas incendiadas”, declaró Marina en diálogo exclusivo con Bichos de Campo en Radio Rivadavia.
A este nivel de daño se suman miles de hectáreas afectadas por la sequía, que en esa región está complicando a los cultivos como el girasol, del que ya se registra una caída importante del área sembrada.
Biscay explicó que en su campo hace ganadería extensiva y ecológica sobre pasturas naturales y que por los incendios “perdimos 600 hectáreas”. Aclaró que, de todos modos, “hubo casos en los que la afectación fue mayor”.
Biscay explicó que las pérdidas de su establecimiento suman “entre 2 y 3 millones de pesos, entre postes, varillas, alambrados y algunos novillos”, sin contar el costo de la merma forrajera.
La productora chaqueña agregó que “hay que desmitificar la idea de que el que es el productor (el que prende los fuegos). No es el ganadero el que genera los focos”. De todos modos, deslizó que muchos de los focos son intencionales.
Además tuvo quejas para la falta de respuesta de la política, siempre lista para recaudar pero poco generosa a la hora de aportar respuestas o soluciones. Cabe destacar que el sector cuenta, a través del Fondo de la Lye de Emergencia Agropecuaria, con tan solo 500 millones de pesos para ayudar a todo el agro ante situaciones climáticas adversas.
“Se le pidió el gobernador Jorge Capitanich que declare la emergencia en toda la provincia porque la situación es alarmante”, informó Marina.
Destacó que en su caso en particular “no recibimos ayuda porque no calificamos como productores chicos, pero tampoco tenemos las espaldas financieras de los grandes. Entonces, los medianos no somos escuchados”, concluyó.