Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (Apama), explicó que el clima seco que predominó este año le vino muy bien a los cultivos en el litoral (la principal zona productora es Concordia) como en Tucumán. Esas son las dos principales regiones productivas. Allí se recolectarían entre 15 a 18 millones de kilos, de los cuales entre 2 y 3 millones abastecen el mercado interno y el resto va hacia la exportación.
Pero ese resultado no expresa la evolución de la producción en los últimos años, que se fue achicando: “El pico fue en 2008 con 4.750 hectáreas implantadas, cuando hoy hay menos de 2400 hectáreas. Desde 2008 cae la producción siendo que en el mercado mundial producción y consumo crecieron masivamente. En cuanto a volumen de cosecha en esos años pasamos de 20 millones de kilos exportados a 12 millones en el verano pasado”, puntualizó Pannunzio.