El cereal, el grano más utilizado en la dieta de los animales, fue ganado terreno en los últimos años y además mejoró en productividad, al punto que en la campaña pasada superó en volumen luego de 25 años a la producción de soja. En la campaña 2019/20 se cosecharon 50 millones de toneladas del cereal contra 49,6 millones de la oleaginosa.
Para este ciclo la cosa venía mal por la falta de lluvias y las bajas cotizaciones. Pero entre el repunte de precios y algo más de agua que hay en la región el productor vuelve a mirar al maíz con buenos ojos, según explicó Russo.
El especialista dijo que incluso el maíz vuelve a mirarse como opción en regiones de Chaco o Santiago del Estero, donde se planeaba antes de las lluvias un recorte de 30% en la siembra.
El ingeniero agregó que este año “se va a hacer más maíz tardío por la seca, ya que no sabemos cuánto va a durar La Niña, si hasta la mitad de la campaña o un poco más”. Por eso consideró que “este año es clave irse con la siembra lo más atrás posible”.
Según Russo, con las condiciones climáticas actuales es posible hacer una primera estimación de cosecha de 48 millones de toneladas de maíz. El Red GEA además parten de un pronóstico de 50 millones de toneladas de soja. Todo esto, claro, suponiendo rindes promedio “pero la campaña no arranca con un escenario promedio”.