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Germán Kraus: "No sé si soy un buen actor, pero soy perseverante”
Domingo, 26 Enero 2025 22:23

Germán Kraus: "No sé si soy un buen actor, pero soy perseverante”

El reconocido actor, con más de 50 años de trayectoria, que Estudió en el Instituto de Arte Moderno, trabajó  en el Teatro San Martín, hizo teatro independiente y posee más de 50 años de profesión, conversó en Íntimamente con Alejandra Rubio acerca de su inspiradora historia, su carrera y como considera que su prolífera carrera se la debe a la perseverancia: “En la televisión, participé de éxitos, como: ‘Regalo del Cielo’, ‘Alta Comedia’, ‘Dibu’… Aprendí a estar en el momento justo, en el lugar correcto. Me preparé mucho y me ocupé de tener las herramientas necesarias, pero siempre tuve la certeza que el ser perseverante me iba a ayudar. No sé si soy un buen actor, pero perseverante seguro y el público me tiene mucho cariño.”

“Soy un bendecido de haber pasado tanto tiempo de mi debut y seguir trabajando. Amo lo que hago. Amo las giras, el contacto con el público. Cuando voy al interior, que siempre se estila que el cabeza de compañía diga unas palabras, digo al terminar la función: ‘Gracias a la vida, que me permite estar después de tantos años en el escenario y poder recibir tanto cariño, tanto afecto y tanto respeto. Yo creo que esa es la coronación de toda una carrera. Poder recibir todo eso que va más allá de la cosa artística. Sino que tiene que ver con los sentimientos, con las emociones, con la vida… y poder seguir disfrutándolo. Yo tuve mucha suerte en todo sentido en la vida, pero con respecto a la carrera mucho más. Yo comencé cuando el hombre llegó a la luna y todavía hay señoras de esa época que me siguen y me vienen a ver a cada obra que hago. Están las que me siguen de las telenovelas, la gente que recuerda mucho los ciclos de teatro televisado, los que hice con Georgina o con Patricia Palmer… ‘Alta Comedia’. Después están los de ‘Regalo del Cielo’ y después están los de ‘Dibu’. Eso es lo que me permite una gama de convocatoria alta y cuando salgo a saludar, después de la función, me dicen desde que novela me siguen. Desde señoras de mi edad a chicos de treinta y pico por ‘Dibu’. Es bárbaro no solo por un sentido comercial, sino también por lo emocional, por revivir tantos recuerdos. Me siento muy afortunado y por eso siento que, no solamente les tengo que devolver con el producto que llevo, sino también con el afecto. Amo las giras y amo ese contacto con el público. La gente del interior tiene mucho más recuerdo del pasado. Son muchos años que uno se ha metido adentro de las casas y, después de tanto tiempo, la relación va más allá de la relación actor-público, pasas a ser como parte de su familia, de su entorno.” Aseguró el querido actor.

Oscar Alberto Grillo, tal es su verdadero nombre, nació el 26 de marzo de 1944 en Buenos Aires: “Nací en Flores y al año ya nos fuimos a vivir a Caballito. Mi familia estaba compuesta por mi mamá, mi papá y mi hermano mayor. Siempre tuvimos buena relación, aunque por momentos se ponía muy celoso por los cuatro años y medio que había de diferencia entre los dos. Por momentos esos años se notaban. Mi hermano siempre fue muy emprendedor, a los 19 años se hizo cargo de una empresa, a los 16 se fue a Europa de mochilero… Un tipo muy especial. Aviador Civil. Fue una relación buena, pero no tanto como en estos momentos que estamos muy pegados y compartimos muchas cosas. Siempre se portó muy bien conmigo en todo sentido. Cuando necesité una mano siempre me la dio. Tuve una familia de mucho amor y siempre me dieron mucho apoyo. Yo escucho a muchos colegas que tuvieron que lucharla con su familia. Yo siempre tuve su apoyo.”
Al principio yo trabajaba con mi viejo y con mi hermano y cuando decidí dedicarme a la actuación solo recibí apoyo, cariño, reconocimiento… Y eso fue muy importante para que yo haya podido desarrollarme. Siempre tuve inquietudes con la actuación desde la escuela primaria y, como vivía muy cerca de Ferro, me anoté para estudiar actuación ahí. Tuve de compañeros a Rolando Domínguez (Rolo Puente), Mateyko, Juan Alberto Badia… Y con un grupo armamos una pequeña compañía. Ahí apareció un muchacho que fue muy importante en mi carrera, José Álvarez, que venía del teatro independiente y nos inculcó una disciplina bastante importante. Nos inculcó a Stanislavski y todo el teatro ruso. Empezamos a trabajar muy bien y en serio. Después alquilamos un sótano, cerca de la calle Corrientes, y armamos un teatrito esperimental

Germán descubrió muy joven su vocación: “Cuando cumplí 18 años, trabajaba con mi viejo y con mi hermano en una empresa de vidrios. Cuando decidí dedicarme a la actuación solo recibí apoyo, cariño, reconocimiento… Y eso fue muy importante para que yo haya podido desarrollarme. Siempre tuve inquietudes con la actuación desde la escuela primaria y, como vivía muy cerca de Ferro, me anoté para estudiar actuación ahí. Tuve de compañeros a Rolando Domínguez (Rolo Puente), Mateyko, Juan Alberto Badia… Y con un grupo armamos una pequeña compañía. Ahí apareció un muchacho que fue muy importante en mi carrera, José Álvarez, que venía del teatro independiente y nos inculcó una disciplina bastante importante. Nos inculcó a Stanislavski y todo el teatro ruso. En ese momento estudiaba en el Instituto de Arte Moderno (IUNA) pero no me conformaba y decidí que quería hacer otra cosa. En ese entonces estaba casado, pero me separé y dejé todo para ser actor. Ahí ya me dediqué a esto full time, empecé a trabajar en el Teatro General San Martín, aunque lo que ganaba como actor no me servía de mucho. La plata no me alcanzaba para vivir. Yo jugaba al rugby en ese tiempo y pesaba 95 kilos, pero vi que la beta para ganar plata era entrar a la televisión como galán. Era la época. Los galanes trabajaban en televisión y ganaban muy bien. Me puse a dieta estricta, baje 25 kilos y ya con 70 me fui a la televisión. Y ahí, disfrazado de galán, empecé la carrera. Yo soy un convencido, que si uno se preocupa y se prepara con todas las herramientas, en algún momento te llega la oportunidad. El secreto es estar preparado para cuando te llegue.”

Continuando con su relato, Kraus aseguró: “La primera oportunidad en televisión fue con ‘Estrellita’. Era una telenovela pensada para tres meses nada más y buscaban un galán nuevo para no pagarle mucho. Yo jamás había pisado un estudio y ni sabía que la prueba era para un protagónico. Estaban grabando la novela Pasión sin fronteras, y en un break el productor les pidió a los camarógrafos que se quedaran un rato, para tomarme un casting. No tenía nada preparado. Me dijeron: ‘Haga algo’ y yo les hice el prólogo de ‘Historia de una Esquina’ de Osvaldo Dragún. Después fuimos a la sala de video, para ver cómo había quedado. Me parecía que era demasiado para un bolo y pregunté. Así me enteré que estaban buscando al protagonista de una nueva novela, que era ‘Estrellita... esa pobre campesina’, con Marta González. Ese mismo día me prepararon el contrato. La novela estaba programada para tres meses y los tres meses se convirtieron en dos años de éxito y 42 puntos de rating.”

Con respeto a su nombre artístico el actor contó una divertida anécdota: “Mi nombre no lo elegí yo, algo muy común para la época, me llamo Oscar Alberto Grillo y para hacer mí lanzamiento como galán el canal fue quien lo eligió. Germán por mi aspecto ‘alemanote’ y el ‘Kraus’ salió de la guía, jaja. Llevo muchos más años de Kraus que de Grillo. Y lo increíble es que hasta mi mamá, mi papá y mi hermano me llamaban Germán. Mi mujer y mi hija ya me conocieron como Kraus. Todos adoptaron el nombre de Germán pero el año pasado me di el gusto de reflotar a Oscar Grillo con una obra que escribí y que hice en El método Kaidós y después en la temporada de Las Grutas, Soy tu ángel. Firmé como Oscar Grillo."

La fama fue creciendo a tal punto que no podía salir de su casa porque las chicas hacían campamento para esperarlo, iban con viandas de comida y millones de cartas: “En realidad siempre he recibido y sigo recibiendo mucho cariño de la gente, eso es lo que me nutre, lo que me dan ganas de seguir. Lo lindo es que, desde aquel momento hasta hoy, me siguen demostrando su afecto en el teatro y por la calle. Aún hoy me recuerdan como el papá de Dibu, después de tantos años. Hubo una época que fue una verdadera locura. Las temporadas en Mar del Plata, con casi 100.000 personas en la temporada, eran de no creer. El teatro tenía que poner varios guardaespaldas para acompañarnos. Era impresionante. Las chicas me pellizcaban, arañaban, de todo. Me arrancaban mechones de pelo. No me quedó un solo lugar del cuerpo sin tocar. Jajja.” Recordó riéndose.

“Después seguí con novelas en Latinoamérica, en Argentina y Alta Comedia… Luego llegó ‘Mi Comedia Favorita’ con Georgina Barbarossa, con quien nos quedamos con el ciclo que hacían Nora Carpena y Guillermo Bredeston. Luego de un verano de reemplazarlos, ellos lo decidieron. Posteriormente vino ‘Regalo del Cielo’ y ‘Dibu’. Fue una época hermosa y de mucho trabajo. Se hacía mucha ficción y había mucho trabajo para los actores. Además la tele te daba una gran puerta para llenar los teatros.”

Uno de sus mayores éxitos fue su participación en “Mi familia es un dibujo”, la tira que fue furor en los 90 y tenía como principal figura a un personaje animado. Él era el "papá" de Dibu y todavía hoy, más de 25 años después, en la calle lo saludan por ese rol: “Cuando hice Dibu, en Telefé, fuimos los precursores respecto a tener dentro del elenco un personaje que no fuera humano. No podíamos salir a competirle a Disney, pero para la tecnología de la televisión argentina era algo de avanzada. No fue nada fácil. Era la primera vez que se intentaba algo de actuación y animación. Requirió mucho trabajo actoral, porque ¿cómo te vinculabas con algo que no existía? Fue realmente un momento muy lindo que pasamos, con tanto éxito, tan buenos compañeros. El personaje de Dibu se insertaba en la edición y nosotros en el set debíamos imaginárlo. Al final, designaron un objeto para que hiciera las veces del falso dibujito. En los primeros capítulos se intentaron cosas, había hombres vestidos de verde, cosas raras, una porquería, un muñeco que habían pagado como 3 mil dólares y se le caía la cabeza. No te inspiraba nada. Al final el Dibu era un libreto enrolladito. Lo ponían en el lugar que tenía que estar Dibu para que supiéramos donde iba y así salió todo perfecto. Fue hermoso. Hasta hoy me acompaña esa época. La gente no se olvida de esos éxitos. No solamente los míos, sino los de ese tiempo. Era más de 40 puntos de rating y solo cuatro canales. Hacías televisión y en una semana te conocía el país. Hoy hay varias plataformas, las redes sociales, YouTube… se puede ver contenido en muchos lugares, la televisión ya no es la única opción.”

Germán Kraus actuó en cine y tuvo su propia escuela de teatro y televisión y su familia siempre lo apoyó: “Mi familia fue mi apoyo incondicional, me contuvo y estuvo siempre, siempre a mi lado. Por ejemplo, mi papá envejeció y tuvo una ceguera total e igual me acompañaba a las obras para escucharme. Eso es inolvidable. Mi madre también fue muy importante en mi vida. Falleció a los 102 años. Aunque ya tenía esa edad, fue una pérdida muy importante para mí, porque teníamos una relación muy estrecha y siempre fuimos muy compinches. Era su momento, ella decidió irse. Vivía con mi hermano y dos personas que la cuidaban. Fue una mujer muy importante en mi vida hasta el último momento. En el Café de los Angelitos hicimos varias temporadas con Mercedes Carreras y hace un par de años mi mamá vino a vernos y cantó un tango. Estoy feliz de haberla tenido tantos años y haberla disfrutado tanto. Creo que fue una decisión de ella partir y murió como ella quería, en su casa y en su cama. Se mantenía lúcida y muy bien, casi hasta último momento. Pero, de un momento para otro, dejó de comer y de levantarse de la cama. Hacía tiempo que decía que se quería ir, que por qué tenía que vivir tanto. No hubo dolor."

En 2019, tras 37 años de pareja, se casó con María Cristina Vega: “Con María Cristina nos casamos después de 37 años. Hacía rato que queríamos casarnos pero no encontramos la oportunidad. Un día fui a una comuna a hacer un trámite para mi mamá pero no pude porque me dijeron que ahí solo casaban. Y dije, 'bueno, casémonos'. Pedimos fecha y nos casamos hace solo 5 años. Es una gran compañera y nos llevamos muy bien. Juntos tenemos una hija, Triana, con la que tengo una relación hermosa. Es arquitecta, vive con su pareja cerca de casa. Tenemos una relación muy estrecha. Es muy aventurera, patina, baila. No quiere ser mamá y yo la entiendo porque a veces pienso que el mundo está tan complicado que hay que pensar mucho para traer un hijo en estas condiciones. Me da un poco de envidia porque mis amigos tienen nietos pero por otro lado la comprendo mucho."