Leo García: “Busco milagros y a los milagros hay que ayudarlos”
Sábado, 09 Noviembre 2024 22:23
Leo García: “Busco milagros y a los milagros hay que ayudarlos”
El reconocido cantante, autor, músico de Rock, Pop y música electrónica, quien fue apadrinado artísticamente por el propio Gustavo Cerati, habló en profundidad en Íntimamente con Alejandra Rubio sobre su carrera artística, su infancia, sus comienzos y su presente alejado de la gran ciudad: “Yo decidí pasar este periodo muy muy muy solo, casi como un retiro. Tengo proyectado el año próximo volver a Buenos Aires, ya hace bastante tiempo que estoy viviendo en General Rodríguez. Tuve que adaptarme a una vida más tranquila. Yo busco milagros y a los milagros hay que ayudarlos, someterse a cambios... No quedarse… Ir… Paso mucho tiempo solo y me está haciendo bien, estoy pasando por un buen momento, pero ya está. En este tiempo, además de cantar y componer, hice un curso de Coaching y estoy leyendo el libro ‘El camino del artista’ de Julia Cameron, que trata de descubrir y rescatar tu propia creatividad y me hizo muy bien. Estoy enfocado más en mi parte creativa y escribiendo mucho. Me levanto temprano y a las 9 ya estoy escribiendo en un café.” Aseguró el cantante que está recorriendo el país con su música, se presentará el 23 de noviembre en Café Berlín de Buenos Aires y en diciembre recorrerá el sur argentino, con fechas en Neuquén, Villa La Angostura y Bariloche.
Es uno de los artistas más versátiles de nuestra música. Cumplió 54 años y posee más de 40 años de carrera. Comenzó su carrera, a los 13 años, cantando folklore en penas jujeñas, donde vivió tras la separación de sus padres. Desde muy chico sus influencias musicales han sido Gardel, The Beatles, Charly García, Serú Girán, Nino Bravo y Leonardo Favio. Fue guitarrista de Gustavo Cerati, además de ser uno de sus preferidos, amigo y hasta tocó con Soda Stereo. Su hit “Morrissey” lo coronó como uno de los más resonantes cantantes de pop argentino. Nunca se encasilló con escuchar un solo género musical y de tantos renaceres musicales, se ganó el título de El Ave Fénix del Pop.
Refiriéndose a su presente Leo aseguró: “Estoy muy feliz, en un lindo momento de mi vida y mi carrera. Acabo de grabar junto a Maxi Pachecoy que comenzó cantando folklore como yo, tiene vertientes de ese género y ahora se está volcando más al pop. Es muy talentoso. Siempre aparecen nuevas generaciones de artistas y a mí me gusta apostar a ellos. En un momento llegué a tener mi propia discográfica para bandas nuevas en el año 2013 y después me aburrí. Mi estilo no es de repetirme con lo que hago. Siempre busco cosas nuevas. Me aburro muy rápidamente de muchas cosas. Eso hace que algunos planes no lleguen al desarrollo total, pero esto me sirvió por lo menos para que este proyecto no me llevara al muere. Por lo menos acá estoy con salud y adelante. Estoy recorriendo el país con mi música y lo que pasa arriba del escenario no cambia. El que va a ver un show de Leo García encuentra mis canciones y lo que va a buscar, de eso no me aburro y estoy seguro que no me aburriré nunca. En mis show canto además las canciones de Cerati y también estoy cantando tangos y folklore. Canto ‘Desencuentro’ y ‘Luna Tucumana’… Estoy muy obsesivo con tocar mejor la guitarra, cantar mejor, con ampliar mi registro y también ampliar el repertorio cantando canciones históricas de nuestra música… Arriba del escenario me siento cada vez más auténtico y, en vez de una repetición, es mi evolución lo que muestro. Me apasiona estar arriba del escenario e interpretar. Básicamente soy un trovador con la guitarra y mis instrumentos electrónicos y eso nunca lo cambio.” Relató el cantante que en noviembre estará tocando en Buenos Aires y en diciembre recorrerá el sur argentino, con fechas en Neuquén, Villa La Angostura y Bariloche.
“En lo personal estoy muy solo, a pesar que tengo alguien desde hace un tiempo largo. Yo decidí pasar este periodo muy muy muy solo, casi como un retiro. Tengo proyectado el año próximo volver a Buenos Aires, ya hace bastante tiempo que estoy viviendo en General Rodríguez. Tuve que adaptarme a una vida más tranquila. Yo busco milagros y a los milagros hay que ayudarlos, someterse a cambios... Paso mucho tiempo solo y me está haciendo bien, estoy pasando por un buen momento. Hice un curso de Coaching. Estoy leyendo el libro ‘El camino del artista’ de Julia Cameron, que trata de descubrir y rescatar de tu propia creatividad. De cómo renovarse, encontrarse con su propio niño interior para tener más entusiasmo y enfocarte más en la parte creativa. Estoy escribiendo mucho. Me levanto temprano y a las 9 ya estoy en un café escribiendo. Escribo todo lo que me pasa y eso me ayuda mucho. Durante mucho tiempo hice terapia, pero ahora esta es mi terapia y me siento muy bien. Me ordena bastante la cabeza.” Contó Leo su presente alejado de la CABA.
Con respecto al amor y si tenía ganas de enamorarse, el artista aseguró: “Estoy saliendo con alguien, no me está faltando alguien. El problema mío es que no disfruté mucho de las relaciones amorosas que tuve. No me quedan buenos recuerdos, padecí muchísimo. Fui de los que primero se enamoran y tuve mucha obsesión romántica. Eso lo reduje con terapia. Nunca fui a lo fácil, siempre traté de buscar lo difícil… El amor imposible… Creo que mucho tiene que ver la ironía de querer hacer realidad lo que uno dice en sus canciones como artista. Me buscaba muchas relaciones complicadas, con mucha terapia de por medio y mucho trauma. Ahora estoy emprendiendo algo como más simple. Yo soy monógamo, conozco una persona que tengo buena sexualidad y no necesito buscar otras. Estamos juntos ya hace dos o tres años y, más allá que no le ponemos título, podría considerarlo mi pareja. Nos vemos cuando tenemos ganas y sin obligaciones. Me siento como enamorado, porque sé que quiero estar con esa persona y no quiero estar con otra que no sea esa persona. Ya no busco las mariposas en la panza. Las viví, me gustó, pero la verdad es que como resultado me a dado un desgaste energético terrible. Prefiero estar una relación casi como abierta del otro lado, porque no me imparta lo que la otra persona haga, pero yo salgo con esa persona sola.”
Así, como en la música, el cantante de la ceja partida, también es en la religión. Desde siempre, vive en constante búsqueda espiritual: "Yo empecé cantando en la Iglesia Católica, después me hice mormón, por mi hermano que se había unido a la religión. Una vez tocaron la puerta unos mormones, entraron a casa y empezaron a leer su biblia y nos enganchamos enseguida. Éramos unos niños. Después estuve en unos retiros espirituales muy copados de Ariadna Munté, que me hizo muy bien. Y después, lo que mejor me hizo, fue estudiar la Kabbalah, que es la religión judía. Buscaba éxito, ja, ja. Quería ser Madonna, por eso me metí en la religión. Pero en medio de esa ambición aprendí mucho. Hay algo dentro de uno que no tiene que ver con el intelecto que uno fue acumulando, sino que hay un espíritu que te impulsa, el corazón te lleva. Me gustan todas las religiones. La meditación también es espiritualidad, cuando uno está en silencio, entra dentro de uno. Yo estoy muy agradecido a Dios por esta vida. Tengo buena salud, he elegido un cuerpo que es Terminator. Tengo capacidad de hacer ejercicio, tengo la capacidad de hacer ejercicio, de mejorar la postura del cuerpo… De poder dormir bien, de tener ganas de hacer ejercicio, de tener buena piel todavía… Me siento intacto y eso es para agradecer. Hoy estoy bien con mi cuerpo. Ya me hice todas las cirugías que podía. Ya no se puede hacer más nada. jajaja Me hice la nariz, los parpados y me contornee la cara. También me retoqué el cuerpo, unos rollitos que me molestaban. Me saque grasita de la cintura y me la puse en la cola. Y ya está. Me hice las cosas que me molestaban. Las cosas cuando están bien hechas son maravillosas. Acá se demonizó mucho la cirugías por la mala praxis de algunos médicos, pero con un cirujano responsable es buenísima. Yo me operé con el Dr Mobilia, que es un profesional excelente y me fue fantástico. Empecé con una cirugía en el pecho porque tenía ginecomastia y era mi complejo de niño. Sufrí mucho toda mi vida y de niño me hacían mucho bullying con eso. Y cuando te hacen bullying ya te traumas. Eso me marcó. Cuando decidí operarme y me vi por primera vez mi pecho perfecto, masculino, me puse a llorar. Fue una operación muy simple que me cambió la vida.”
Leonardo Damián García nació en la localidad de Moreno el 31 de agosto de 1970. El primer nombre lo eligió su madre, por su admiración al gran Leonardo Favio. Nació en una familia feliz (mamá, papá y tres hermanos) en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, y así cuenta su propia historia: “Yo soy el ultimo hijo de la familia y nací después de una primera crisis económica familiar. Fui un hijo cuestionado por lo económico, pero finalmente fui bien recibido y el último hijo que tuvo mi mamá. Mi papá tuvo cuatro hijos más. Dos, antes del matrimonio con mi mamá, y dos más de un matrimonio posterior. Me pusieron Leonardo, porque mi mamá era fanática de Leonardo Favio. De muy chico me llevó a ver sus películas. Recuerdo que fui a ver ‘Nazareno Cruz y el lobo’, una película muy fuerte para un niño y quedé muy asustado. Vengo de una clase baja bajísima, pero nunca me faltó nada. Ni un guardapolvo, ni los útiles, ni un plato de comida… Siempre teníamos regalos para nuestros cumpleaños, día del niño, navidad… Algo que mucho no pasaba en nuestro barrio. Mi papá no sé cómo hacía. Trabajaba en un frigorífico, un lugar horrible y un trabajo espantoso, pero con su sueldo nos alimentaba a todos y no permitía que nos faltara nada. Mi mamá fue una gran administradora. Antes de casarse mi mamá trabajaba en casas de familia. Tuvo la suerte de trabajar en la casa del escritor Bioy Casares, y siempre lo recordó como una época muy feliz de su vida. Ahí aprendió a cocinar. Empezó como sirvienta y termino en la cocina. Ahí se cultivó, porque venía de una familia muy humilde. Llegó hasta conocer a Cortázar. Siempre nos enseñaron con el ejemplo la cultura del trabajo.”
Continuando con su relato cronológico, el músico expresó: “Cuando era todavía un bebote, mi familia logró mudarse de una casa humilde a una más grande y hermosa, donde escuchábamos mucha música y nos visitaban muchos amigos. Yo viví la etapa más linda de mi familia. Tuve una niñez muy feliz. Siempre tuve una gran imaginación, con poco podía hacer Disney. No necesitaba grandes cosas para ser feliz. Gracias a que agarré la mejor etapa de mi familia, y podíamos comprar muchos discos, yo tengo esta sabiduría de la música. Cada uno de mis hermanos compraba un disco diferente, mi papá escuchaba tango y eso me dio gran diversidad. Mis hermanas escuchaban los Bee Gees, John Travolta, música disco… Mi tía Clara, que vivía en el centro y era muy moderna, traía todo lo último. Recuerdo que se había hecho el corte de Raffaella Carrà y traía sus discos… Había mucha alegría en mi casa. La riqueza cultural de tener una familia tan diversa, me dio todo lo que soy hoy. En mi infancia cantaba en el coro de la iglesia y eso me encantaba. Luego pasó lo que pasa en muchas familias, mi padre tomaba y se ponía violento. Bebía y se armaba un quilombo de la san puta. Entonces la pasábamos muy mal. Las navidades terminaban con los arbolitos tirados, todo destruido, todos gritando… Un horror. Tenía mala copa. Finalmente mis padres separaron y mi mamá, se dedicó a tejer y hacer pulóveres para vender. Reunió a un montón de tejedoras, compraba la lana, tejían y vendían los sweaters para locales de Palermo y locales tops. Hizo mucho dinero así. Con el tiempo se compró una verdulería en Moreno y le fue muy bien. Conocí varios famosos ahí, hasta Maradona que entrenaba cerca de ahí. Tengo los mejores recuerdos de esa época. Tener a Diego abrazado, sacarme fotos. Momentos súper lindos. Después también recuerdo que se filmó la película ‘Una viuda descocada’ de Armando Bo y fue Isabel Sali, José Marrone y Pepita Muñoz y además de filmar en la verdulería, mi mamá salió en la película. Fueron días inolvidables.”
A muy temprana edad, y casi por casualidad, Leo García supo que lo que más quería en la vida era cantar: “Yo siempre quería cantar y mi mamá me llevó dos veces al programa de Roberto Galán ‘Si lo sabe cante’, cuando tenía 7 años, pero no me eligieron. Hacías colas interminables y cuando llegaban hacían entrar a todos juntos y gritaban: ‘Elíjanme a mí’ ‘A mí’ ‘A mí’. Yo era muy chico y recuerdo que lloré muchísimo porque no me habían elegido. Nunca llegué a cantar ahí. Pero recuerdo como un gran acto de amor de mi mamá que me llevara. Después de un tiempo mi mamá, se puso de novio con un señor que vivía en Jujuy y nos fuimos a vivir con mi hermano y ella allá. En Ledesma, Jujuy, compartíamos mucho más tiempo. A mi hermano Fabián le gustaba mucho la música y tocaba la guitarra, a mí siempre me gusto cantar. Como tengo oído absoluto, él estudiaba y yo agarraba la guitarra y con solo escucharlo, una o dos veces, sacaba el mismo tema. En esa época surgió mi vocación A los 13 años, comencé a cantar en una feria folclórica en Ledesma, donde nos llevó mi madre para iniciar una nueva vida. Yo me puse a cantar rock nacional con la guitarra en la vereda y me vio la cantante del pueblo que actuaba en las penas folklóricas, me dijo que ya estaba cansada y si yo no quería ocupar su lugar. Yo quería cantar, pero no cantaba folklore. Cantaba Nino Bravo, Luis Miguel, Celeste Carballo, Rock Nacional, Sui Generis… Me dijo: ‘yo te canto los temas, vos te los aprendes y chau. Acá tenés la letra y acá tenés el poncho. Te pones el poncho y cantas’. Así debuté profesionalmente cantando folklore y conseguí mi primer trabajo fijo. Y de ahí todos los fines de semana cantaba en la peña. Un privilegio y un hermoso recuerdo. Canté folklore durante dos años, iba a todas las radios y hasta gané premios. Represente a Ledesma en un concurso provincial y lo gané cantando solo con mi guitarrita en el estadio de Jujuy. Era muy chico y todavía lo vivía con vergüenza. No estaba preparado para tanto, pero me ayudo a no tener luego miedo escénico.”
“La secundaria la hice en Capital en el Alejandro Volta. Como no había vacantes en Moreno, tenía que viajar a estudiar todos los días a capital y eso también me hizo bien. Conocí otra gente, otro tipo de chicos, chicos de capital. Dentro de lo malo de viajar todos los días, me hizo perder el miedo de viajar a capital a esa edad. Y ahí me cambio la cabeza y empecé a escuchar rock ochentoso: Soda Stereo, Charly García, Virus… Los escuchaba en la radio y eso me abrió la cabeza. Yo los escuchaba desde Moreno y así fui empatizando con músicos y fui creciendo. Tenía 15 años y no me alcanzaba el tiempo para volverme a Moreno. Estudiaba, ensayaba… y si había una oportunidad la aprovechaba. Dormí en las plazas, pero nunca fui un chico de la calle. Solo que no me daban los tiempos para volver a dormir a mí casa que estaba tan lejos. Después la clave fue irme del barrio. Un verbo que me marcó. Ir, ir, ir… siempre ir; no quedarse. A los 16 años me alquilé un departamento en capital con la ayuda de mi hermano y empecé a llevar demos y a encaminarme en este mundo de la música. Siempre tuve el sueño de poder ser famoso, de llegar a Gustavo Cerati como llegué, sin buscarlo. Fue una cosa de unión y casi como de percepción. Siempre tuve el sueño de ser uno de los del rock nacional, hasta que se cumplió.”
Gustavo Cerati, fue muy importante en la vida y en la carrera de Leo García, amigo, colega, consejero; un capítulo aparte. Las vidas de ambos se cruzaron allá por mediados de los años noventa y así recuerda Leo que significó para él y como se conocieron: "Nos conocimos por casualidad, coincidimos por amigos en común. Yo era amigo de uno de sus diseñadores gráficos, nos conocimos, le gustó mi banda de esa época ‘Avant Press’ y nos hicimos amigos. Para mí era un sueño. Empezó a colaborar con nosotros pero nuestra relación se intensificó a finales de esos años cuando me hice solista y me invitó a formar parte de su disco ‘Bocanada’; a partir de ahí comenzamos a hacer giras, a ensayar y a convivir en el día a día. Aprendí muchísimo de él, pero no solo musicalmente, sino de su alma. Muchas veces, pasaban dos meses que no nos veíamos, yo no estaba todo el tiempo detrás de él y eso le encantaba porque él decía que nos hacía amigos del alma, no amigos de la noche o de ocasión. Me dejó muchos momentos, muchas palabras, muchísimas enseñanzas. Aun hoy lo extraño horrores. Concluir la entrevista hablando de Gustavo es un broche de oro; porque en este momento de mi vida, quiero agradecer más de lo que quisiera lograr hoy en día. Haber conocido a Cerati, haber tocado con él, que me produjera, que me quisiera tanto, que me invitara a tocar con Soda Stereo… es haber tocado el cielo con las manos.” Concluyó Leo García.
Leo García ha escrito su propio capítulo en la historia del rock y el pop local, con un hiperhit como fue su "Morrissey", su historia musical está muy emparentada con Soda Stereo. El propio Gustavo Cerati fue su padrino artístico: “Viví muchos años sin darme cuenta de todas las cosas que había logrado. Pero ahora estoy más relajado con eso. Pase por muchas cosas, soy muy especial, confió que no se acaba la vida después de la muerte. Aunque podemos tener varios renaceres en este mismo camino. Yo ya tuve varios. Antes era de idolatrar y Gustavo (Cerati) un día me dijo: “Se tu propio altar” y lo aprendí. Aprendí a quererme, a cuidarme, a intentar ser feliz.