Nito libró hace años una gran batalla interna por su adicción al alcohol, hasta que después de unos cuantos llamados de atención, en 1997 tocó fondo: “Fue terrible, ya el alcohol manejaba mi vida. Había dejado de comer, tomaba pastillas para dormir, sentía que llevaba mi cuerpo al extremo y no podía hacer nada para frenarlo… Me internaron de urgencia. Con la primera vez me asusté, pero al poco tiempo la recaída fue peor. Me volvieron a internar y estuve seis días en terapia intensiva sin responder. Fue el llamado de atención que necesitaba. Salí de ahí y pese a mi vergüenza por ser conocido, fui a los grupos y ahí me ayudaron muchísimo. Cuando puedo organizarme el tiempo con las giras, doy charlas. El poder ayudar a una sola persona, para mí ya es mucho. Cuando saben que vos la pasaste, te escuchan de otra manera. Yo perdí todo por el alcohol, hasta mis mejores amigos. Mi trabajo era un desastre. Tuve que empezar de cero y ganarme nuevamente la confianza de los productores, que les iba a cumplir. Primero deje de manejar, después no podía viajar y, en la última época, no podía ni salir de mi casa. Gracias a Dios eso es pasado. Hoy vivo una vida sana, lejos de las adicciones. Camino, nado, hago ejercicio, trato de mantenerme en peso y cuidar mi cuerpo. Mi vida es el escenario y quiero estar óptimo para mis shows. Nací cantando y quiero seguir haciéndolo a pesar de los años. La voz me acompaña y yo ayudo al físico a mantenerse fuerte y sano.”
Carlos Alberto Nito Mestre nació, en el barrio de Caballito, en Buenos Aires, el 3 de agosto de 1952. Hijo menor de Tecla y Eduardo, nació cuando su madre tenía casi 40 años algo muy inusual para la época:”Mis padres no eran adolescentes cuando formaron su propia familia. Tengo un hermano mayor ‘Eduardo’ que nació dos años antes que yo. Luego falleció al nacer una hermana y era el destino que quería que yo estuviera aquí, pese a que los médicos recomendaron que no me tuvieran, mis padres insistieron y aquí estoy. El destino es así. Tuve una primera infancia maravillosa con unos padres fabulosos. Mi papá Eduardo Mestre, era de origen catalán, médico cirujano y violinista. Amaba tocar el violín, era profesor, pero nunca enseño. Cuando mi padre llegaba del hospital, se ponía a tocar. Mi mamá nos decía que mi hermano Eduardo y yo, cuando éramos muy chicos y lo escuchábamos tocar, abríamos la boca y ella aprovechaba para darnos de comer. Jajajaja. Mi mamá Tecla Bartasiute nació en Lituaña, pero se crió en Dinamarca. Yo ahora, hace unos pocos meses, en su honor, me hice ciudadano lituano. Mi madre llegó a la Argentina con apenas 16 años, sus padres ya habían muerto y viajo a Argentina con unos tíos que después no vio más. Le gustaba cantar y siempre me alentó para que yo lo hiciera. Era muy hermosa, trabajaba en una peluquería muy famosa del centro y la hacían posar de modelo. Hacia equitación y salto a caballo y así, por el destino, conoció a mi papá. Ella se cayó del caballo, se esquinzo un tobillo y pidieron un médico en el lugar. Mi papá bajó de la tribuna, la atendió y se enamoraron.” Aseguro el ícono del rock.
Tecla, la madre de Nito falleció a los 96 años, tuvo una vida larga y feliz que el músico pudo disfrutar: “El último tiempo pude acompañarla mucho y después, como ella lo pidió llevé sus cenizas, primero a un jardín en Mar del Plata donde pasaba mucho tiempo y después en una ceremonia en el mar. Todo eso está en el tema ‘Flores en el mar’, al que le agregué un violín como un homenaje a mi papá. Ese tema es hermoso y ahora también estoy haciendo temas nuevos que están en Spotify.”
Con respecto a su padre, Mestre destacó: “Yo tenía solo once años cuando murió. Fue repentino y por un infarto. Obviamente que esto marcó mi vida y las cosas comenzaron a ser diferentes.”
Su relación con la música fue desde siempre. No solo por ser su padre violinista y su madre aficionada al canto. Nito recuerda desde siempre cantar, en la casa, en la escuela, en las fiestas, en los actos escolares… De chiquito cantaba folklore y ya en la primaria tenía un grupo folklórico, pero apenas supe de Los Beatles le dije a mi maestro Yo me cambio de bando y me voy a hacer rockero. Y así fue, no volví nunca al folclore. A los 11 años tenía muy planificado mi futuro, decía que me iba a recibir de médico, que iba a ganar una beca y que volaría a Inglaterra a conocer a Los Beatles. Sueños de niño!!! Después tuve la suerte de ser en los ‘90’ el telonero de Paul McCartney en Argentina y abrir sus shows. Una experiencia que jamás en la vida olvidaré”.
“Continuando cronológicamente con mi infancia, el periodista y maestro Julio Ricardo, fue muy importante en mi vida. Él fue maestro por dos años y era muy joven, tendría 22 o 23 años. Como yo había perdido a mi papá él se pegó mucho a mí para ayudarme. Así fue que un día me llevó al cine, a ver una película de ‘Los Beatles’ y me cambio la vida. A partir de ahí me convertí en rockero. Fue como un segundo padre para mí. Después llegó el colegio secundario y mi madre me envió al Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno porque me quedaba cerca y al no tener padre creía que ahí me iban a contener más. Ahí lo conocí a Charly y nos hicimos inseparables nos gustaban las mismas cosas y nos obsesionaba la música a los dos. Ambos estabamos en el coro de la escuela, Charly García tocaba el piano, yo tocaba la guitarra acústica y la flauta dulce. Los dos teníamos nuestras bandas: ‘To Walk Spanish’ de Charly García y ‘The Century Indignation’ yo. Cuando compartimos curso (yo iba a la mañana y él a la tarde) nos hicimos inseparables y grandes amigos”.
A finales de 1969, ‘Sui Generis’ debutó en un baile escolar: “Fue en un baile escolar de fin de año recuerdo. Al principio éramos una banda y tuvimos un inicio difícil. Cuando estábamos por hacer el debut oficial en el ‘Teatro de la Comedia’ de Mar del Plata durante el verano de 1972, solo quedamos Charly y yo. Y decidimos igual presentarnos como un dúo acústico, así lo hicimos y nos fue bastante bien. Al principio ninguna empresa discográfica se interesó en nosotros. Durante años no conseguimos grabadora, pero seguimos insistiendo hasta que lo logramos. El volvernos un dúo ayudó. Después en el 72 llegó ‘Vida’, en el 73 ‘Confesiones de invierno’ y en 1974 ‘Pequeñas anécdotas sobre las instituciones’.” Relató el músico que junto a Charly decidieron decir adiós en su último recital en el ‘Luna Park’ en 1975. Durante el show se grabó la película ‘Adiós Sui Géneris’ que fue pasada nuevamente hace poco en el cine ‘Gaumont’.
Mestre después de la separación de ‘Sui Generis’ se creó el grupo ‘PorSuiGieco’ y luego ‘Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre’. Formalmente, su carrera solista comenzó con 20/10, en 1981. Luego graba Mercedes Sosa. Abrió los shows de Paul McCartney en Argentina. Y, luego de recuperarse del alcoholismo, viaja haciendo giras por todo EE.UU y Latinoamérica.
Sin dudas Nito, marcó un antes y un después en la historia musical del rock de Argentina y América Latina. Junto a Charly García dieron vida a “Sui Generis” y cambiaron la historia del rock argentino…Su voz quedó grabada en el inconsciente colectivo de varias generaciones y su música sigue siempre vigente en nuestros corazones. Grabó 23 álbumes en su vida y posee más de 114.000.000 de reproducciones sólo en Spotify. Viene de un exitoso año de presentaciones en Colombia, Perú, Chile, Bolivia... y en estos próximos espectáculos en el Teatro Opera presentará un recorrido por todos los éxitos de sus 50 años de carrera, coincidiendo con el aniversario de los 50 años de edición del primer álbum “Vida” y de su segundo álbum “Confesiones de Invierno”. Dos álbumes que acunaron la adolescencia de varias generaciones de toda habla hispana, presentando un nuevo lenguaje dentro del rock.
