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Lunes, 18 Septiembre 2023 15:40

"Chaco votó contra la servidumbre voluntaria"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

Era un secreto a voces desde la primera derrota en el mes de junio, que llegaban hasta sobres con dinero a los votantes para que Jorge Capitanich diera vuelta la elección. Pero “la gente recibió los sobrecitos con plata y lo mismo no lo votó”, me decía una fuente que festejaba la derrota del kirchnerismo tanto como el triunfo de Juntos por el Cambio, con el radical Leandro Zdero.

Jorge Capitanich, no era cualquier candidato: Capitanich es Cristina. Pocos caudillos del peronismo se alinearon tanto con ella, hasta como punta de lanza del faccioso ataque a la Corte Suprema. Ayer también fue derrotada Cristina Kirchner.

Corre frío por la espalda del peronismo. Va perdiendo seis provincias a pesar de que desdoblaron la elección para despegarse del gobierno nacional. El Plan Platita de los últimos días no movió la aguja en Chaco, o, mejor dicho, la movió en contra.

Las encuestas pronosticaban ballotage e incluso que Jorge Capitanich podía dar vuelta la elección. Saluden a los encuestadores que se van, con el rabo entre las piernas una vez más.

Sin que la derrota lo llevara un poco a la humildad, Jorge Capitanich, salió a aclarar que el Chaco que deja “no es un feudo”. Quizás dejo de serlo ayer y más que un legado, lo de Capitanich fue una comprobación. La comprobación de que todo tiene un límite.

Su estilo de poder encontró ese límite en el aberrante crimen de Cecilia, una joven desaparecida en democracia, cuyo cuerpo quizás nunca sea encontrado. Sólo una noción de impunidad absoluta pudo hacer creer al clan Sena que podían salirse con la suya, luego de matar y desaparecer a una chica y como si nada presentarse a elecciones. Tres de los detenidos, incluyendo a Emerenciano, a su esposa y al casero, aparecían en las boletas de una colectora de Capitanich en la PASO.

El piquetero, que era conocido como el Milagro Sala de Capitanich, manejaba millones de pesos que le transfería el gobierno, adoctrinaba chicos a los que les hacía cantar los himnos cubanos y venezolanos en las escuelas, y obligaba a su militancia a vestir de rojo. Si tenían algo en el barrio Emerenciano, lo tenían por obediencia y sumisión.

Cuando Cecilia ya estaba desaparecida y cundía la angustia por su destino, el muy depravado salió meneando un cuchillo mientras hacía chorizos para las elecciones, en la misma chanchería donde se encendió por última vez el celular de su nuera.

Cecilia fue el límite insoportable, inaceptable.

Lo último que se supo de Emerenciano Sena, vino de un video escatológico difundido por él mismo en estos días, desde su lugar de detención, mostrando botellas con orina para protestar por las condiciones en las que está apresado.  

Nunca habrá tiempo suficiente para la náusea por tanta perversión política.

“Es tiempo de salir de tanta oscuridad”, dijo el gobernador electo. El Chaco impenetrable no sólo es el bosque inmenso de millones de hectáreas donde la vegetación tupida hace enrevesado el pasaje y donde habitan comunidades que denuncian desde siempre abandono y olvido. El Chaco Impenetrable también era el de las tinieblas de un estado paralelo que ya no sólo se creía dueño de la dignidad sino también de la vida.

Es la quinta provincia, en la que Juntos por el Cambio le arrebata el poder al peronismo. La candidata a presidente Patricia Bullrich, felicitó a los chaqueños por “liberar a su provincia del kirchnerismo”. El kirchnerismo hizo del estado un sistema de control donde ellos lo controlan todo como si fueran sus dueños. Esa impudicia se ve en la irresponsable repartija de migajas en la que se ha convertido la campaña del ministro candidato Sergio Massa. “Mañana nos van a devolver el IVA de lo que nos quitaron ayer con la inflación y pasado nos volverán a quitar con más inflación lo que ya nos devolvieron” me dijo indignado, el custodio de un edificio.

En las elecciones generales a nivel nacional Juntos por el Cambio deberá revalidarse como la fuerza del cambio frente a los bríos de Javier Milei que sigue sin despegar a nivel provincial, pero quedó primero en las PASO y actúa como si ya hubiera ganado. ¿Su imagen con la motosierra prendida le sumará o le restará?

Jorge Capitanich, dijo anoche que siempre respetó la libertad de prensa en su provincia. Es el mismo que cuando era jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, generó hasta repudio internacional cuando rompió a pedazos un ejemplar del diario Clarín durante una conferencia. No aclare que oscure, gobernador. Hay cosas de las que no se vuelve.

“No me dejen sola”, había pedido la mamá de Cecilia un día antes de la elección. “Sentí que votaron por mí”, dijo después de la derrota de Capitanich. Ojalá ella y su otra hija puedan volver a la provincia de la que debieron irse, entre amenazas e infinito dolor.