Herramientas de Accesibilidad

Lunes, 06 Noviembre 2023 16:00

"Cómo migraron los votos y la pulseada por el techo electoral"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

Entramos en las dos semanas determinantes para definir el voto. Ya no es la incertidumbre la que manda porque el menú de opciones se concentró en dos finalistas. Y se da por descartado que cualquiera de ellos tendrá que enfrentar una situación crítica.

Pero esta fase, se vuelve más matemática de lo que parece. Los votos que están en juego son los que están indecisos, los que puedan cambiar su decisión en el tiempo que queda y los que eventualmente decidan votar en blanco o no asistir.

¿Pero cómo saber cuáles son esos votos disponibles?

Por lo pronto, tenemos la base de lo que ocurrió en primera vuelta. Y se vuelve clave analizar cómo se comportaron los votos desde la Paso a la elección general.

Un estudio de la consultora Isonomía de Juan Germano que se realizó en mesas de todo el país, comparó qué pasó en una misma mesa durante la primaria con lo que ocurrió luego en la primera vuelta. Eso les permitió observar cómo migraron los votos, dónde fueron los votos que perdió cada candidato y de dónde salieron los que ganó.

En ese sentido hay varios datos que sorprenden. Casi todo el voto nuevo o blanco de la primera vuelta, se fue a Sergio Massa. Y Patricia Bullrich retuvo casi todo el voto de Horacio Rodriguez Larreta y el propio, menos un pequeño porcentaje que migró a Javier Milei tanto de votos de ella como de Horacio. Curiosamente el voto de Larreta no fue a Massa como algunos pensaban, con lo que se puede afirmar que es voto anti k. Milei por su parte, perdió votos en manos de Juan Schiaretti que engrosó más de un tercio su electorado con sufragios que en la Paso habían ido al libertario. Luego, los votos de la izquierda, de Juan Grabois y de opciones peronistas que no pasaron a la primera vuelta se fueron a Massa.

La conclusión es que Massa ya sumó todo lo que podía sumar. En cambio Milei tiene todo para crecer con el voto opositor. Por eso Massa la tiene más complicada para elevar su techo y entonces está apelando a varias estrategias:

1-Como el voto disponible es anti k, busca decir que no es kirchnerista.

2-Como el voto disponible es el de Juntos por el Cambio, busca generarle dudas, incentivar que se ausente con el feriado, o promover el voto en blanco. Ahí se vuelven clave los promotores de la neutralidad, que indirectamente o encubiertamente favorecen a Massa.

3-Lo otro es la campaña del miedo que busca desestabilizar a su oponente generando miedo en la mayor cantidad de votantes posible para socavarlo. Según información a la que accedimos la inversión en la campaña del miedo será equivalente a varios millones de dólares.

Lo que Massa sabe es que para subir su techo, ya no tiene de donde sacar votos, entonces tiene que bajar el techo de Milei y con eso aumentar su porcentaje.

Que el voto ausente se haya encolumnado en forma casi unánime a Massa habla de la extraordinaria movilización del aparato. ¿Pasará lo mismo ahora que ya no se eligen candidatos locales ni legislativos? El hecho de que ahora los presidenciales se las jueguen solos no es menor. El antecedente de las gobernaciones donde Juntos por el Cambio se impuso cómodamente pero luego su voto cambió de signo político en la presidencial, y terminó favoreciendo a Mieli como ocurrió en Santa Fe o Mendoza, es un buen ejemplo de eso.

Por el lado de Milei, que tiene todo el potencial de contener el voto opositor, la clave es que pueda sostenerlo y no perderlo por efecto de las tácticas antes mencionadas. Se podría decir como en el fútbol que depende de sí mismo. O que debe hacer hincapié en los motivos que harían permanecer a ese electorado nuevo. El factor Macri tiene dos costados en ese sentido: por un lado, la cercanía con Macri y Bullrich fue un reaseguro para los votantes de Juntos por el Cambio. Pero debe ser una distancia prudente para no desperfilarlo, acercandolo demasiado a lo que él llamó casta política. Además de reaseguro, la presencia opositora le permite garantías de gobernabilidad, por cuadros políticos y votos en el Congreso, y también algo vital, que es fuerza de fiscalización.

Estos días se ha hablado mucho de fraude. Es importante señalar que el sistema tiene garantías, pero los episodios aislados, no son una cuestión menor como intentan pintar algunos. Si por los micro fraudes pueden perderse dos o tres puntos, estamos hablando del porcentaje que puede dar vuelta la elección. Por eso la fiscalización es imprescindible.

Como pueden ver, la cuestión se ha vuelto mucho más matematica que conceptual y de fondo están en pugna dos modelos de país. El modelo kirchnerista del que el ministro Massa no se ha apartado, de corte intervencionista estatal, y un modelo capitalista, abierto al mundo con un estado que se ajuste.

Massa busca inducir a los votantes a pensar que mejor malo conocido que bueno por conocer. Milei remarca que la continuidad es sólo la continuidad de la decadencia de un modelo empobrecedor.

Curiosamente, en esas franjas ambivalentes, jugará como nunca la capacidad de ilusionar que logre Milei o la capacidad de desilusionar que tenga Massa con su campaña negativa que no debe subestimarse.

¿Cómo es el país en el que querés despertarte el lunes 20 para encarar el futuro? Esa es la pregunta.