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Martes, 19 Diciembre 2023 15:07

"De la motosierra a la desmalezadora"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

Se espera en estas horas con mucha expectativa el decreto de la libertad. Algunos lo llaman así, ampulosamente, porque lo consideran fundacional de cara a la reforma que liberalice una miríada de actividades que el estado regula en Argentina pasando por encima de la voluntad individual. Otros lo llaman desintoxicación regulatoria. Pero su autor, un hombre que sonaba como posible ministro de economía utiliza otro nombre. Se viene el desmalezamiento.

El que habla es Federico Sturzzenegger, a quien Mauricio Macri nunca le perdonó un artículo crítico sobre su administración y quien para muchos había tenido bolilla negra para ser titular de economía. Sin embargo, no es el lugar que Sturze, como le dice la mayoría, tenía reservado. Podemos decir que lo suyo es la jardinería, o más claramente, la poda de regulaciones.

Anoche en la cena de la Fundacion Libertad dio ejemplos, adelantando información clave sobre qué podría contener el decreto que todos esperan con ansias.

Según la Real Academia Española la maleza es “la abundancia de malas hierbas” o directamente una “maldad o iniquidad”. Veamos, según los ejemplos que dio el desmalezador en jefe, cuáles serían las iniquidades a las que apunta el decreto de la libertad.

1-Que en los contratos prime la voluntad del individuo, es decir de las partes, por sobre la tutela del estado.

Por lo pronto, esto tendría un efecto inmediato no menor: permitir los contratos en dólares entre privados que es algo que la propia Cristina Kirchner buscó incluir en el nuevo Código civil, como una especie de institucionalización del cepo.

La pregunta es si esto requeriría una reforma legislativa que pase por el Congreso. En el nuevo código civil también aparecen normativas que van desde la unión de las parejas hasta consideraciones del derecho de propiedad. Habrá que ver hasta dónde y cómo llega el desmalezamiento.

2-Se terminan las restricciones para exportar y los registros de exportación.

Una consecuencia directa de esta liberalización podría ser el impacto en precios del mercado interno.

3-Terminar con las restricciones a la competencia. Este capítulo puede ponerle los pelos de punta a muchos sectores protegidos. Porque puede implicar apertura de mercados o ingreso de jugadores extranjeros. En la Argentina, la protección muchas veces ha redundado en mercados cautivos donde los argentinos terminan pagando altas cifras por productos de mala calidad porque no hay competencia. Muchos justificaron a lo largo del tiempo este tipo de políticas en nombre de los puestos de trabajo que generan esos sectores, afirmando que, si se abren las importaciones, pueden perderse esos empleos. Para el nuevo presidente el capitalismo debe servir para ofrecer productos de la mejor calidad en el mejor precio.

La desregulación en este sentido puede ser un factor que contrarreste la inflación. Quizás el ejemplo más notorio puede ser el textil, un rubro que aumentó por sobre el promedio. Es muy probable que ante estas modificaciones vuelva la discusión sobre regímenes laborales que suele ser otro argumento en contra de desregular, debido a los costos del trabajo. Esa es la pulseada que se viene. El ejemplo en concreto que dio Sturzzeneger, puso en órbita en Argentina, ni más ni menos que los satélites de Elon Musk. Alerta para los sectores de telecomunicaciones.

4-¿El final de los registros? Los más polémicos son los registros del automotor que suman 1554 registros seccionales en todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Hasta 43 aranceles suman los trámites registrales al comprar un vehículo y estos tótems de la burocracia nacional son conocidos como una caja de la política que hace las veces de jubilación familiar. Hay árboles genealógicos de familias de políticos en los registros automotores.

Pero no son los únicos: hay registros de faena, de propiedad, de envíos, de fabricación de gelatina, y la lista sigue hasta el infinito.

¿Cuántos viven de los trámites inútiles? ¿Cuánto gastamos en trámites inútiles?

A la motosierra se le sumará en horas la desmalezadora. Hay quienes afirman que es el verdadero corazón de la reforma libertaria. En su anticipo, Federico Sturzzeneger no habló de un tema que concentra gran parte del déficit: las empresas del estado. El año pasado se fueron por ese rojo casi 5 mil millones de dólares.

Aerolíneas donde todavía domina La Cámpora y que no tardó en subir un 125% los pasajes el mismo día de la devaluación es un ejemplo. Parece que los muchachos camporistas se hicieron capitalistas en 48 horas.

El otro caso es YPF cuyo valor de mercado es varias veces menor al de las deudas que implica para el estado por la calamitosa estatización realizada por Axel Kicillof entre otras cuestiones.

Es interesante remarcar que la idea de mercado tradicional había sido extirpada del imaginario por el kirchnerismo, que consideraba que el estado debía regular los precios de la economía. “Saluden al estado que se va”, podría decir el vocero presidencial.

Pero ¿qué significa el regreso del mercado o la voluntad de las partes?

Ahora, que la idea vuelve a ser la clásica, por la que el precio es lo que alguien está dispuesto a pagar, se hace imprescindible liberar de cargos extra a la estructura de valor, precisamente para que la competencia le ponga un punto de equilibrio a los precios. Pero ese lastre burocrático que se busca soltar afecta a los dueños de miles de ventanillas. Fantasmas invisibles de la máquinaria del estado que pueblan el lado oscuro de la burocracia. Sturzzenegger, autoproclamado fan de la Guerra de las Galaxias inicia su propia pelea con el lado oscuro de la burocracia, un imperio que en Argentina siempre contraataca.