El gobierno de Milei está entrando al segundo semestre de su administración. Lo hace en medio de los reacomodamientos por el recambio en la jefatura de Gabinete y en el ojo de la tormenta por el caso de los alimentos en depósitos. Al mismo tiempo, están en la mira temas cruciales para su plan económico y su gobernabilidad que resultan clave para avizorar la recuperación y el tenor de la recuperación.
Vamos por parte: hoy jura el nuevo Jefe de Gabinete, Guillermo Francos y antes de su asunción oficial, arriesgó una fecha para la aprobación de la ley Bases: el 10 de julio, es decir, dentro de un mes. Sólo esa hoja de ruta describe los meandrosos caminos de negociación que aún depara la primera legislación del presidente Milei.
En sus primeros seis meses Néstor Kirchner tuvo 14 leyes aprobadas, Cristina Kirchner 11 y Mauricio Macri 4. Ningún presidente desde el regreso a la democracia llegó sin ninguna ley a esta etapa. La debilidad parlamentaria de La Libertad Avanza es lo que el presidente espera superar en las elecciones de medio término. Pero para eso falta demasiado. Por lo pronto, con Francos suma densidad política. Del aplomado funcionario se espera una administración más descentralizada y menos conspirativa. Con especial inquietud se aguarda los cambios en la AFI, luego de las graves denuncias de espionaje interno en la gestión de Posse.
El escándalo de los alimentos sin distribuir tiene varias aristas. El gobierno cree que le hicieron una cama a la ministra. Pero más allá del ruidoso choque con el kirchnerismo, el enemigo no estaría sólo afuera. ¿Buscaron deliberadamente que la información sobre los alimentos por vencer no le llegara para perjudicarla? Estamos hablando de un área donde prácticamente no había controles de la ayuda social durante el kirchnerismo y donde las organizaciones sociales manejaban millones. Para el gobierno los ataques a la Ministra Sandra Pettovello se producen porque está enfrentando a las mafias de los gerentes de la pobreza que se quedaron sin caja. Pero eso, aun siendo cierto, no alcanza para explicar las dudas sobre los contratos con la Organización de Estados Iberoamericanos, que provee procesos más agiles para contratación de personal o compras directas. El punto es si en el área que tenía a su cargo el echado Pablo de la Torre se utilizó este mecanismo de contratación como caja política. Viejos métodos de la casta que aparecen enquistados en el funcionamiento del estado. Algunos de los aludidos en este sentido aseguran que la ministra sabía de los contratos y los habría autorizado. El punto es para qué se usaron. La funcionaria abrió una investigación en la Oficina Anticorrupción.
El rápido apartamiento de los cuestionados no salda sin embargo las fallas en la gestión. A eso apuntó el gobierno en estas horas con la creación de un nuevo sistema para asegurar la entrega de alimentos, desarrollado por Federico Sturzenegger. El objetivo de terminar con el negocio de los gerentes de los pobres para la ayuda directa, avanza en un campo minado. Y en medio de la necesidad no puede haber alimentos sin entregar.
Cuestión aparte, es que sólo en Argentina, una expresidenta condenada por corrupción en primera instancia salga a dar cátedra de algo. Pero es más fácil que nieve en Buenos Aires a que Cristina Kirchner haga una autocrítica.
El presidente cruzó fuertemente al kirchnerismo en estas horas, denunció amenazas contra Pettovello y hasta dijo que no le extrañaría que quieran plantarle un muerto. Deberían denunciarse no sólo pública sino penalmente estas amenazas.
Ya hablamos de los desafíos del recambio en el gabinete, de la crisis por los alimentos y de la carrera de obstáculos de la Ley Bases que puede aportar gobernabilidad y resortes clave para la reactivación. Para esto último es que también resulta decisivo este segundo semestre. En ese sentido, este mes el gobierno celebrará una inflación de entre 4 y 5 % pero bajo advertencias de que es necesario un horizonte más claro del plan económico para sostener la baja. En estas horas, lo advirtió Domingo Cavallo, quien además planteó la necesidad de encontrar la manera de eliminar el cepo en forma gradual para poder avanzar en un sistema de competencia de monedas que permita usar el dólar como una moneda de curso legal junto al peso. El gobierno sigue sin abrir sus cartas sobre el cómo y el cuándo de la salida del cepo.
Con la recesión sintiéndose fuerte, se vuelve decisivo tener señales de reactivación. La discusión de si es en V o en U, es decir con una meseta, abre la inquietud de qué pasa mientras se transita esa meseta de la recesión, en materia de desempleo. Sin dudas será un hito alcanzar la marca de inflación más baja en dos años. En cualquier país un 4 o 5% mensual sería un desastre: en Argentina se convirtió en un logro. De ahí venimos. Y si bien el gobierno mantiene una aprobación inédita en medio del ajuste, con todo lo pendiente, en las puertas del segundo semestre y entrando a Junio, no queda otra que decir una frase remanida: hay que pasar el invierno.