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Jueves, 12 Octubre 2023 14:19

"Locademia de Gobierno"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez y equipo en Cristina Sin Vueltas

Sergio Massa pasó de prometer que iba a meter presos a los corruptos a proponer evaluación psiquiátrica para los candidatos presidenciales si hay ballotage. Probablemente él sea quien necesite ir a terapia. Pasó de amenazar con meter en cana a los especuladores y acusar a Javier Milei de timbear el ahorro de la gente por un voto a enojarse con el Presidente, porque lo denunció ante la justicia por eso mismo. Falta que diga, “Che, Alberto, ¿no ves que yo me enojo en joda? ¿Cómo me voy a pelear con Javier si somos socios?” En fin.

Todo una locura. Es tal la Locademia del gobierno que el ministro candidato deja trascender su desaprobación a la medida de su presidente y el presidente deja trascender que no le avisó. ¿Interna? ¿Qué interna?

Hablando de meter presos a los corruptos: el celular de Chocolate es el más cuidado del Condado. ¿Cómo no lo van a cuidar? Abajo es Chocolate. Arriba, una chocolatada. Se conoció un documento explosivo que apunta a dinero negro de importantes dirigentes vinculados a Sergio Massa, Axel Kicillof y Sergio Berni.

Según reveló el periodista Carlos Pagni, el abogado Dennis Hranitzky de un prestigioso estudio de Manhatan se presentó ante una jueza de ese distrito para solicitar que conmine al Bank of New York Mellon y a American Express a proveer información sobre movimientos financieros significativos de entidades oficiales y servidores públicos de la Argentina, especialmente de la provincia de Buenos Aires. Otros ocho bancos que cumplieron con el informe, denunciaron, según Hranitzky, que Carlos Montaña, director de la Unidad Ministro del Ministerio de Seguridad de la provincia, y Diego Benítez, subsecretario de Obras Públicas bonaerense, “parecen haber movido cientos de miles de dólares, dentro y fuera de la Argentina, en los últimos dos años”. Montaña depende del ministro Sergio Berni. Benítez, del ministro Leonardo Nardini. Otro funcionario de Kicillof puesto bajo la lupa de este escrito es Matías García, director del servicio de agua y alcantarillado de Aguas Bonaerenses SA, quién “aparentemente transfirió enormes sumas de dinero a una cuenta bancaria suiza”. Esto es tan sólo un fragmento de lo que publica la investigación de Pagni en La Nación. Las alcantarillas arrojan verdades.

Más que evaluación psiquiátrica debería haber ficha limpia. Es la corrupción, estúpido parafraseando a Bill Clinton, aunque también es la economía.

Ayer en una zona comercial de la ciudad los carteles de los negocios hablaban por sí solos. “Todos los precios tienen un aumento de 20% sobre lo que está marcado”, decía uno. Signo de que no llegan a hacer tiempo ni de remarcar. “Se suspendieron los descuentos”, decía otro. Y la frase de un comerciante resignado expresaba el tembladeral: “Estamos vendiendo, no sabemos si estamos ganando.”

La verdad, más que test psiquiátrico, los argentinos necesitan terapia por los gobiernos de psicópatas que provocan el mal y luego culpan a otros y no se hacen cargo.

Curiosamente para defenderse de las acusaciones, Javier Milei no tuvo mejor idea que salir a denunciar que quieren proscribirlo. Cada vez más parecido a Cristina Kirchner. Pueden hacer juntos un grupo de autoayuda.

Igualmente, lo que llamó la atención en su conferencia de prensa fue, de nuevo, la intolerancia con la prensa, de Milei y de Ramiro Marra. El candidato presidencial terminó maltratando a un movilero que hacia su trabajo.

Y su candidato porteño volvió a mostrarse ofuscado e irrespetuoso.

Mientras Milei denuncia que afectan su libertad de expresarse no tiene mejor idea que violentar a la prensa. La Libertad Avanza, con la prensa parece que sólo retrocede.

Pero que el árbol no tape el bosque. Este cruce de declaraciones se vuelve frívolo y poco empático en un contexto donde sin contar los planes sociales la pobreza ya alcanzaría a más del 55% de los argentinos, según el Observatorio Social de la UCA.

Y si unimos el drama social con la corrupción que emerge como pus, más que pericia psiquiátrica habría que pedirles que devuelvan la que se robaron. Chocolate al fin y al cabo es un pichi. Eso sí, un pichi con buenos contactos. Por eso no le abren el celular. Algo huele mal en Argentina, y es inocultable. Las alcantarillas hablan.

Y si unimos el drama social con la corrupción que emerge como pus, más que pericia psiquiátrica habría que pedirles que devuelvan la que se robaron. Chocolate al fin y al cabo es un pichi. Eso sí, un pichi con buenos contactos. Por eso no le abren el celular. Algo huele mal en Argentina, y es inocultable. Las alcantarillas hablan.